REFLEXIÓN GLOBALIZADA 015

 

LA REGIÓN DE AMÉRICA LATINA EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN

Por Diana Pamela Martínez Espinoza

América Latina es una región situada en el continente americano que forma parte del sistema-mundo, puesto que es parte del espacio terrestre y eso lo une a los asuntos de éste, ya sea que afecten de forma positiva o negativa. Existen naciones que ejercen poder sobre otros Estados, debido a su desarrollo económico y social.

Dicha región se ha visto totalmente arrastrada a muchos procesos de modernización que han surgido en los países más industrializados. Si bien es cierto, los Estados de América Latina son independientes, pero la influencia de los países desarrollados, ha incidido en América Latina, uno de estos procesos que dieron un giro radical a la región, ha sido la globalización.

El término globalización empezó surgir desde la caída del Muro de Berlín, puesto que vino a cambiar el orden mundial que la Guerra Fría había impuesto en la sociedad. 

La globalización se caracteriza por ser un sistema dinámico que busca expandirse dentro de otros Estados-nacionales y así lograr una dimensión internacional en todo el mundo. Su evolución eficaz y a la vez eficiente, ha sido de utilidad para los países que buscan una expansión de su mercado.

Cabe destacar que Estados Unidos ha sido el actor principal de la llegada de la globalización, pues es una potencia que en su antigüedad luchó por el crecimiento de su nación, con tanta firmeza lograron expandir su dominio para lograr el desarrollo económico, político, comercial y financiero para así, descubrir una nueva era tan peculiar y acelerada, conocida como “globalización”.

A inicios del siglo XIX, Estados Unidos buscaban tomar el control mundial, y con la victoria del capitalismo lograron convertirse en una superpotencia. La globalización sirvió de ayuda para lograr el desarrollo del sistema capitalista a nivel mundial y conseguir el alineamiento económico-político de los países de la periferia, e inculcando nuevas tendencias y culturas.

Estados Unidos centró su mirada en América Latina, ya que veía mucha riqueza en cuanto a productos agrícolas, y en su variedad de flora y fauna, entonces decidió agarrarse de esta región para que las empresas corporativas sacaran lucro. Obtuvo una creciente ganancia en la producción que realizaba, América Latina fue su pase para extender su dominio comercial.

La región latina quería expandir su propio mercado y cortar esa relación que tenía con esta potencia que se estaba aprovechando de ellos, lastimosamente no fueron capaces de superar la competencia estadunidense por su falta de inversiones en ciencia y maquinaria, educación especializada y equipos de trabajo profesionales, que no alcanzaban los modelos desarrollados que las empresas norteamericanas tenían.

Con el fortalecimiento del sistema capitalista, Estados Unidos buscó ampliar su poder económico en América Latina, dicha región, de alguna manera pretendía independizarse dentro de su propio espacio territorial, por medio de la expansión económica (inversiones) en sus países vecinos, esto incomodó a las empresas corporativas, por lo cual impusieron reformas institucionales donde se realizarían inversiones con las empresas estadounidenses y así estas mismas pudieran penetrar más en esta región.

México, Argentina, Brasil y Chile batallaron para alcanzar una independencia económica de los países desarrollados, pero las empresas corporativas bloquearon este deseo desesperado de la región y tuvo que ceder a la instalación de las empresas estadounidenses dentro de la región, pues les preocupaba la velocidad en que la urbanización crecía en los países industrializados.

La Primera Guerra Mundial, seguida de la crisis de 1929 tuvo un fuerte impacto en las exportaciones latinoamericanas hacia los países ya industrializados, puesto que decayó el comercio de exportación y los precios de los productos primarios declinaron de manera significativa.

Estados Unidos se aprovechó de la vulnerabilidad de la baja económica y la necesidad que experimentaban los gobiernos de la región por fortalecerlas imponiendo el libre mercado nacional, que agilizaría la libre expansión y consolidación de las empresas estadounidenses. 

Es importante mencionar que, mientras Estados Unidos estaba desarrollando sus procesos tecnológicos e industriales, la región de América Latina apenas estaban saliendo de guerras civiles, esto dio pauta para la región en que era imposible alcanzar el desarrollo y el gran fortalecimiento norteamericano que poseían.

La finalización de la Segunda Guerra Mundial, dio paso al ingenioso Plan Marshall que fue promovido por Estados Unidos, en el cual, se comprometía a ayudar a los países devastados que dejó esta guerra, tanto en infraestructura como en economía, con el objetivo de verse como con mano generosa, cuando en realidad, solo quería expandir su ideología capitalista a los países europeos.

Si bien es cierto, la globalización trajo a América Latina muchos efectos positivos como el desarrollo de diversas tecnologías y ciencias del mundo, y la entrada de nuevas maquinarias que agilizarían las producciones, beneficiando al proletariado con el trabajo lento y pesado al que se sometían en aquel entonces, pero también se vieron obligados a depender de las economías extranjeras, por medio del sistema de industrialización por sustitución de importaciones.

La globalización ha traído una enorme brecha en América Latina, produciendo ganancias solo para un cierto sector mientras que ha generado desigualdad en los países en vías de desarrollo, a la vez que en esta región la migración ha sido un factor que la globalización ha traído, ya que en los países subdesarrollados se necesita más empleo y existe una gran pobreza y los ciudadanos optan por generar ganancias en los Estados mayormente industrializados para enviar sustento al país de donde salen. 

La delincuencia y la inseguridad también se ven expuestas por la pobreza que existe en estos países.

América Latina sigue luchando por combatir todos estos problemas tanto sociales como económicos, es importante implementar nuevas políticas que ayuden al desarrollo social y cultural, educar a las nuevas generaciones prestándole atención a las tecnologías que en el globo, son trascendentales y muy importantes para el desarrollo económico y social de las sociedades latinoamericanas. 

Podemos transformar todos los fallos que nos trajo la globalización como logros a futuro que nos hagan crecer, aliarnos con otros Estados para fomentar nuestra propia victoria en la era globalizadora.

(*) La autora es estudiante de relaciones internacionales.