REFLEXIONES GLOBALIZADAS 010

 

LA REGIÓN DE AMÉRICA LATINA EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN

Por Ariel Mauricio Henríquez Guardado(*)

La globalización, sin duda alguna, ha tenido un gran impacto a nivel mundial, que ha beneficiado a todos los países o, al menos en su mayoría; a unos mucho más que a otros. 

Pero hay personas que todavía se preguntan ¿Qué es la globalización? La globalización es la integración de los libres mercados en los países para transformarlos, con esto hacerlos llegar mucho más lejos mediante telecomunicaciones y tecnologías y que así, estos países se asienten en países no industrializados para sacar sus propios beneficios.

Esta interconexión que se logra entre las diferentes naciones se hace en el plano económico, político, social, tecnológico e incluso cultural.

Como se mencionó anteriormente, la globalización ha beneficiado a unos países más que a otros, y creo que esto tiene que ver ya con el avance que un país ya tenía en el área económica y también a el hecho de saber tomar y aprovechar las oportunidades. 

Esto hace referencia a Estados Unidos, quien inició la globalización entre 1914 y 1945. Este comenzó a ampliar su poder económico interviniendo directamente en Centroamérica, el Caribe y México buscando favorecer a sus corporaciones.

También, tomó la oportunidad de oro al final de la segunda guerra mundial, cuando Europa estaba en crisis. Lanzó el Plan Marshall que, principalmente planeaba expandirse más, ya que Europa era su mayor mercado.

Hay un detalle y es que, son contados los países de nuestra región que ya estaban avanzando en el área industrial, haciéndose con avances científicos y tecnológicos, cosa que no se pudo consolidar debido al rechazo de contratos comerciales, presiones de USA y por otros factores de los que carecían estas naciones. 

Aun así, es emocionante pensarlo en la actualidad ya que este tipo de avances solo los tienen los países desarrollados.

Desde mi perspectiva, fue un grave error haber rechazado los tratados propuestos, ya que con ellos pudimos haber tenido tecnología propia y probablemente de buena calidad, que incluso pudo haber sido competencia en el mercado. 

¿Pudo no haber funcionado como tratados anteriores? Claro que existe la posibilidad, pero es preferible arriesgar y perder poco, que estar en la situación actual de haber perdido años de desarrollo en la región. Para ganar hay que arriesgar, aunque sea un mínimo, no se puede esperar que todo sea perfecto y menos en el mundo de los negocios.

Pero no todo este perdido, ya que hay un plan estadounidense que planea mover las empresas poderosas estadounidenses de Asia hacia el hemisferio occidental, que podría revolucionar nuestro mercado. 

El plan es denominado "Regreso a las Américas" y se dice que el proyecto podría generar varios millones, que serán enfocados en infraestructura, energía y transporte, áreas en las que algunos países carecen.

Se puede escuchar raro, incluso feo en algunos casos, pero en esta situación la pandemia ha venido a ser una ventaja para América Latina, ya que está a atraído a inversores, debido a que es más ventajoso tener proveedores más cerca de Estados Unidos que en Asia, por obvias razones.

La globalización ha tenido sus partes buenas y malas a lo largo de la historia en América Latina y El Caribe, cosas en las que ha beneficiado a nuestra región y otras en las que nos ha hecho pasar por momentos difíciles.

Una de las ventajas fue la creación de nuevos empleos, generando así posibilidades para que los campesinos, obreros y en general, gente que necesitaba poner pan en su mesa, mejoraran su calidad de vida. 

Con esto también incrementaba el crecimiento económico de su país. Otra, relacionada con los empleos de estas empresas, es que permitían que las personas gozaran de las tecnologías que estas traían, cosa que no hubiera podido ser posible de no existir la globalización.

Otra gran ventaja, que es más que obvia, es la desaparición de fronteras económicas, pero la incluyo porque esta tiene dos tendencias muy interesantes que son material para un buen debate: la ya conocida tendencia globalizadora o "Trumpista" y la tendencia del proteccionismo. 

Cabe mencionar que el proteccionismo es aquella que apoya más el producto nacional que el extranjero.

Desde mi punto de vista, ambas tendencias son buenas, pero a veces no le ponemos el interés necesario al producto nacional. Es decir, recursos y productos nacionales que podrían ser explotados y con eso aprovechar y hacer crecer la economía y, envés de eso los importamos, cuando a veces no es necesario. Por otro lado, la administración de Trump si nos ofrece productos que no se encuentran en la región, un ejemplo claro es la tecnología o los automóviles. 

Tendría que haber un balance en el cual apoyemos a nuestra gente y a los extranjeros.

Pero no todo es positivo, la globalización trae una gran desventaja y es la desigualdad. La desigualdad en este ámbito ha crecido mucho y el problema recae en las pequeñas empresas o en los emprendedores. 

Ha habido casos en los que a un emprendedor se le ocurre un producto buenísimo, fácil podría tener éxito, pero viene a copiárselo una multinacional y al tener más plenitud, más beneficios y capacidad financiera, lo vende más rápido y se adueña del producto. Así se empobrecen a los países.

Siguiendo con la desigualdad, otra desventaja es el limitado acceso que tienen las personas pobres a recursos educativos, tecnológicos y económicos, teniendo mas beneficios la gente pudiente.

Conclusión

La globalización no ha mejorado la región como debería, ha beneficiado a unos pocos y a la mayoría los han dejado a la deriva. Se debería velar por el desarrollo sustentable de toda nuestra comunidad. 

Al final todos somos hermanos y vivimos en el mismo mundo, deberíamos compartirnos la riqueza y el bienestar entre todos, hacer más humano al mundo y empezar a poner en práctica la cooperación y dejar de lado la competencia que tienen los países desarrollados.

En lo personal si espero que todo mejoré para la región, somos una tierra con grandes expectativas, en la que se pueden lograr grandes cosas.

(*) El autor es estudiante de relaciones internacionales