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EL SURGIMIENTO DE CHINA Y SU PRESENCIA EN AMÉRICA LATINA.
¿UN POSIBLE ESCENARIO DE LA "NUEVA GUERRA FRÍA"CON ESTADOS UNIDOS?
Por Nicole Eunice Ayala Ruíz
Perseverancia, prosperidad, crecimiento y poder son características que describen la ruta que ha transitado la República Popular China (RPC), desde que fue objeto de invasiones extranjeras hasta convertirse en un país cuyo surgimiento lo ha posicionado como un estratégico socio económico-comercial para los países de América Latina.
En esto, Centroamérica -históricamente influenciada por Estados Unidos de América- constituye una zona clave, donde la presencia de la RPC es percibida geopolíticamente, como una advertencia a la potencia estadounidense sobre el crecimiento chino sin precedentes; y como un posible escenario más que podría abonar a las crecientes tensiones en la llamada “Nueva Guerra Fría”.
Desde su entrada a la Organización Mundial de Comercio (OMC), la RPC, se ha perfilado como un conveniente y gigantesco abastecedor de la producción mundial, posicionándose como el segundo socio comercial de la región, y cuyo intercambio comercial es característico de la dotación exportadora de los vastos recursos naturales latinoamericanos hacia la RPC, hasta la fuerte demanda de importaciones chinas industriales y de manufactura por la región.
Elementos diferenciales como la historia, el idioma, los aspectos geográficos (como la distancia que separa a los continentes), no han sido un límite, sino que, por el contrario, ha sido el incentivo de una relación dispuesta a proveerse entre sí de aquellos elementos potenciales, y que le ha permitido a la RPC un mayor acercamiento a la región.
Centroamérica, en particular, ha funcionado como una plataforma interoceánica, y que históricamente ha sido objeto de intereses geopolíticos estratégicos por parte de la potencia estadounidense, quien hizo de ella una zona segura de la preponderancia de los principios del sistema capitalista sobre el comunista.
En este contexto, la presencia de la RPC, perfilada comunista, no llegaría a la región, produciendo que la mayoría de los países centroamericanos consolidaran lazos con la República de China (Taiwán).
Sin embargo, el fin de la Guerra Fría y el establecimiento del principio de “Una sola China”, ha significado la apertura progresiva de las relaciones centroamericanas con la potencia asiática y por consiguiente el desplazamiento geopolítico de Taiwán en la región.
El hecho que la RPC hubiese exhortado la adhesión de diversos países de Latinoamérica e hiciera efectiva la de Panamá a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, no hace más que mostrar su interés de usar el canal como la puerta de las iniciativas chinas hacia la región.
Este interés, es contrapuesto al rol preeminente de la nación estadounidense en la región, quien, si bien ya no posee control del Canal, representa ser de importancia tanto para su fuerte flujo comercial, así como una zona de influencia geopolítica estratégica.
Hasta el día de hoy, las relaciones diplomáticas como comerciales entre Latinoamérica y Estados Unidos son elementos que no pueden devaluarse ni ser despreciados por parte de los latinoamericanos sobre su principal socio.
Sin embargo, desde la perspectiva de la globalización, un sinónimo de crecimiento han sido los intercambios comerciales efectivos entre las regiones, y en especial con un país cuyo surgimiento aparece desde Asia para presentar oportunidades comerciales que podrían potenciar el flujo comercial y desarrollo económico de la región.
Progresivamente, los países latinoamericanos han visto la oportunidad de expandir su línea de socios; haciendo que eventualmente Estados Unidos no sea el único interesado en la región.
Hoy por hoy, el posicionamiento de la RPC en América Latina como socio comercial, le ha dado paso a interpretar al canal de Panamá primero, como un eje que promueva su potencial comercial y segundo como una zona que geoestratégicamente canalizará cualquier iniciativa china hacia la región latinoamericana.
Iniciativas, como meras manifestaciones expansionistas de su poder, ya no solo comercialmente, sino como la puerta de la diseminación del idioma, de la cultura, del recurso humano, la promoción de la inversión china y de su moneda (el yuan).
El interés de la RPC en la región es creciente, y no se puede dejar pasar por alto cómo sus iniciativas podrían potencializar a mayores escalas su presencia en la región.
Si bien actualmente no es un escenario tensional con la potencia estadounidense, no se descarta que dependiendo del desarrollo de sus iniciativas en los años porvenir, podría crearse un potencial escenario más en la agenda que abone a la llamada Nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y la República Popular China.
Esta Nueva Guerra Fría es el resultado de la rápida evolución de la RPC en términos tecnológicos, económicos, militares; que le han permitido un mayor posicionamiento geopolítico en distintas regiones, y cuya expansión ha sido interpretada por Estados Unidos como una competencia en el escenario internacional.
La escalonada serie de acontecimientos tensionales entre ambas potencias como los bloqueos comerciales, presencia china militar en el Mar de China Meridional, y lo más reciente, las declaraciones estadounidenses que el COVID-19 ha sido un elemento originado por China; son hechos, que demuestran en vísperas de una nueva década, las crecientes tensiones entre ambos países, como indicios de una Nueva Guerra Fría entre la RPC y Estados Unidos.
En medio de este panorama, la presencia del gigante asiático en la región, es una advertencia para Estados Unidos sobre el potencial chino; el cual podría llegar a significar en un futuro un escenario más que abone a las tensiones entre los protagonistas, dependiendo del desenvolvimiento de las relaciones sino-latinoamericanas y las iniciativas chinas en y a través del canal de Panamá.
(Fotografía de inicio de Manuel Joseph en Pexels)
Como podemos notar China ha logrado tener una gran influencia a nivel mundial, convirtiéndose en un país estratégico como socio económico-comercial para América Latina. Esto provocó que Estados Unidos lo viera como una posible amenaza, ya que veía a Centroamérica como una estrategia geopolítica, porque es una zona segura con una superioridad en la que los principios del sistema capitalista tenían sobre el comunismo y porque eran el principal socio que los proveía. Pero Centroamérica tomo el crecimiento comercial de China como una ventaja para poder expandir su línea de socios, para que Estados Unidos no sea su único interesado en la región. Lo cual trajo muchas ventajas para la República Popular de China, ya que podía utilizar el canal de Panamá como un eje para promover su potencial comercial. También manifestó su poder con difundir su idioma, cultura, recursos humanos, etc. Todo esto crecimiento tecnológico, económico y militar, y que tenga una gran influencia geopolítica en distintas regiones, ha provocado un marco de tensiones entre Estados Unidos y China. Lo cual podría significar que en un futuro China será la mayor potencia a nivel mundial.
ResponderBorrarEstados Unidos se a caracterizado por ser un país con una enorme influencia en diferentes regiones, tanto su cultura, idioma, tecnología, ciencia, negocios y más, a ido influyendo en Latinoamérica. En cambio, el Resurgimiento de la República Popular China le a dado la vuelta al mundo, con su tecnología avanzada, idioma, ciencia, capacidad de producción, comercio y su entrada a las Relaciones Internacionales como un país ejemplo de fuerza económica, comercial y cultural. Es de esperarse que, Estados Unidos, se sienta amenazado por la RPC, y es que Estados Unidos siempre a querido construir un entorno democrático, anticomunista, capitalista, hasta poder erradicar estas ideologías (comunismo,socialismo), y ver como a evolucionado la RPC, y que, representa en el mercado una fuerte presencia es de enorme preocupación para ellos. Se le suma a esto que, Latinoamérica es parte de la región donde se ubica Estados Unidos, entonces, teniendo cerca a Latinoamérica y permitir que la RPC este tan cerca de ellos influyendo provoca mayor tensión entre ambas potencias.
ResponderBorrarSin duda, Estados Unidos y la RPC representan oportunidades para los países tercermundistas, y que es válido que un país mantenga buenas relaciones con ambas potencias, no solo porque son influyentes, sino porque marcan la posibilidad de una ruptura comercial, geopolítica, que puede llevar a una nueva guerra.