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La Globalización ¿aliada o enemiga del coronavirus?

Por Lourdes Graciela Alfaro Aparicio

Para todos es conocido lo que conlleva la globalización y la manera en que se ha desarrollado el mundo a partir de ella, sin duda ha facilitado la comunicación y ha traído beneficios en todos los aspectos, pero, en medio de una pandemia se puede cuestionar si estos beneficios ayudaron indirectamente a la propagación del virus. 

La pandemia por el COVID-19 ha afectado a todos los países como nadie se lo esperaba, el nuevo coronavirus ha paralizado al mundo, ante la rápida propagación de este virus que surgió en Wuhan, China, cabe hacerse la pregunta ¿la globalización ha sido aliada para esta rápida expansión del virus o, por el contrario, el COVID-19 será la perdición de la globalización? 

La interconectividad de los países fue una herramienta eficaz para la propagación del virus, cuando China reportó su primer caso en diciembre de 2019 fue cuestión de tiempo para que se extendiera por toda la República Popular China, y posteriormente a los demás países asiáticos. 

Es precisamente la fácil comunicación de los países y el acceso a ellos que se reporta el primer caso en Europa, específicamente en Francia, y no sorprende saber que fue un caso importado, luego sucedería lo que para todos ya es conocido, la pandemia por COVID-19. 

En este aspecto se puede afirmar que la globalización efectivamente fue un excelente aliado para la rápida propagación del virus en el mundo, pero ¿qué efectos trae consigo para ella? El confinamiento ha sido la principal medida de los países para contener la enfermedad y, mientras no exista una vacuna, la única más efectiva. 

De un día para otro la economía de los países se paralizó, las exportaciones e importaciones disminuyeron, se cerraron fronteras, negocios, se cancelaron festividades, después de vivir en un mundo conectado donde relacionarse era el día a día, todos los países pasaron a promover el distanciamiento social. 

El surgimiento del coronavirus está afectando a miles de inmigrantes que trabajan en países como Estados Unidos y con ello, las remesas que son enviadas a los países latinos, según el Banco Mundial, se pronostica una caída de las remesas cerca de un 20% en todo el mundo. 

Esto afectará principalmente a los países en vías de desarrollo, ya que muchas de las economías sostenidas en remesas, presentarán una disminución debido a la pérdida de empleos a raíz de la pandemia, con lo cual podemos afirmar, que si no hay ingresos no hay dinero y sin este no hay remesas que mandar, lo que representa una de las causas de la crisis económica que se viene. 

Como lo han mostrado diversos estudios, las remesas han sido una constante fuente de financiamiento para los países subdesarrollados, como es el caso de El Salvador, donde la caída de estas será evidente y los efectos negativos traerán repercusiones en el crecimiento económico. 

En el país, las remesas representan uno de los principales ingresos de las familias salvadoreñas, estas se sostienen y dependen de ellas, debido a que es el mecanismo por el cual se cubren sus necesidades básicas como alimentación, gastos en salud, entre otras. 

Sin embargo, las grandes potencias también sufren los efectos del virus, Estados Unidos es un claro ejemplo, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió que los daños en su economía podrían ser duraderos, los estadounidenses como todos los demás países, han tenido que cerrar sus fronteras, afectando directamente a las exportaciones e importaciones. 

En un mundo totalmente globalizado, esta pandemia ha venido a perturbar todos los aspectos, no solo en lo económico, sino también lo educativo, comercial, cultural, etc. 

Por mencionar brevemente las consecuencias del confinamiento por el virus en el área educativa, las escuelas y universidades de todo el mundo se tuvieron que enfrentar a adaptarse a la modalidad online de clases, un desafío tanto para los profesores como para los estudiantes, aquí es donde surge la primera dificultad. 

No todos los estudiantes tienen acceso a internet, la desigualdad social es un factor clave que pone en evidencia la deficiencia en el aprendizaje de los alumnos de escasos recursos, sin mencionar el estrés y los efectos en la salud mental de algunos jóvenes. 

Ahora, analizando todos los antecedentes de la evolución y desarrollo del virus hasta el momento en que la OMS lo declaró pandemia, se puede asumir que la globalización ha sido una excelente aliada para el COVID-19 porque facilitó en gran medida su propagación. 

Un virus que puede transportarse en un simple paquete pedido por internet desde otro país es precisamente una de las causas por las que las restricciones en las aduanas son más duras, sin mencionar los sistemas sanitarios de diversos países que han colapsado. 

Mientras China ha reanudado con precauciones sus actividades y Europa está pasando por un lento desconfinamiento, América Latina y Estados Unidos han pasado a ser el epicentro de la enfermedad, sufriendo el peor momento de la pandemia. 

El mundo no volverá a ser como antes cuando la crisis acabe, los países tendrán que reconstruir su economía paulatinamente y esto solo dejará dos opciones, o cooperan entre ellos o se alejan buscando cada quien la manera de recuperarse. 

Todos quedaran con secuelas y quizás la interconectividad tal como la conocíamos no vuelva a desarrollarse como venía haciéndolo durante los últimos años ¿Por qué? Seguramente muchas personas pensaran dos veces antes de tomar un vuelo a países como Italia, Francia, España, que han sido de los más infectados en Europa por el virus, el turismo disminuirá y eso será una de las causas por las que la economía sufrirá. 

Por lo tanto, la globalización ayudó indirectamente al COVID-19 y asimismo tiene mucho que lamentarse de él, probablemente es muy arriesgado decir que es el fin de esta pero quizás si ocurra una modificación que determine el nuevo camino que el mundo deba seguir en el futuro, los efectos se verán durante los siguientes años y cada Estado debe adaptarse al nuevo rumbo.


Foto de Andrea Piacquadio en Pexels

Comentarios

  1. Me parece muy interesante, en lo personal creo que esta pandemia nos cambio la forma de vida, donde tenemos que tener en cuenta la globalización y estudiarla a profundidad ya que puede revolucionar el mundo (así como los trabajos, en las universidades y colegios, etc.). Es importante que cada país aprenda a adaptarse a esta nueva modalidad.

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  2. Si viviéramos en un mundo no globalizado, no interconectado, la historia del COVID-19 en el mundo a lo mejor fuera distinta. Las diferentes formas de movilización humana y material son un pilar fundamental para eso que llamamos globalización, y es interesante pensar que dicha movilización sea el recipiente acarreador del virus...

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