REFLEXIONES GLOBALIZADAS 03

 

LA REGIÓN DE AMÉRICA LATINA EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN

Monica Lissette Alfaro Mena

La globalización en América Latina ¿Un impacto positivo o negativo? 

El proceso globalizador ha traído consigo cambios significativos en la sociedad latinoamericana, pero más marcada en la población vulnerable.

Los países grandes, han apostado a más desarrollo en cuanto territorio, comercio, economía, democracia; los países que han sido dominados, y en el caso de América Latina, le han apostado al contrario, seguir siendo dependientes de los más grandes, y esto en definitiva trae consigo un retraso o estancamiento.

No es de admirarse que América Latina tenga más efectos negativos que positivos. La realidad de que, ésta región ha tenido una larga trayectoria de retrasos en cuanto a su desarrollo económico y humano. Las raíces de esta están desde el tiempo de la colonización.

Desde la Revolución Industrial (Siglo XVIII), los cambios que se han venido dando en cuanto a tecnología en la sociedad, han marcado la línea entre los países desarrollados y los que están en proceso.

Entonces, cuando llegó la globalización a América Latina, no pudo desarrollarse como se soñaba. Y es que, no puede haber desarrollo si no hay democracia y en Latinoamérica, las dictaduras estaban reinando.

Por tanto, cuando se iba a industrializar la región, ésta no tuvo mayor éxito puesto que, Estados Unidos que estaba ya como una potencia sólida, no estaba interesada en contribuir en países donde no hubiera democracia y que también, no le dio mucha importancia a la región, fijo sus ojos más en Europa.

Aclaro que, la globalización sí genera impactos que dan más oportunidades de desarrollo, que las personas vivan mejor, coman mejor, se eduquen y que puedan llegar a alcanzar el desarrollo humano y económico, pero esto se ha visto más que todo en los países desarrollados.

América Latina se ha venido quedando atrás desde hace años, por eso, cuando surge algo tan bueno como la globalización, la región no está preparada y por eso su impacto surte efectos negativos, o más negativos que positivos.

Como consecuencia de esto, para América Latina, su población vulnerable, no obtuvo este beneficio de desarrollo sino que, solo los que ya eran beneficiados. Es como llenar un saco que ya está lleno, en vez de llenar el que está vacío o no tiene casi nada.

Por eso es importante reconocer la democracia, para que exista igualdad de oportunidades y la balanza no se decante más por un lado. El desarrollo sí está ligado con la democracia, por eso existe esa brecha entre “desarrollados” y “no desarrollados”.

Entonces, el proceso globalizador lo defino que no es más que, la misma evolución de las personas en el mundo que conforme pasa el tiempo, las necesidades cambian o requieren más herramientas que las que ya existen o poseen.

En la actualidad, la pandemia por el COVID-19 nos ha brindado un nuevo aporte a la globalización. No se me hubiera pasado por la mente que, en este año la clases, el trabajo, entre otras actividades tendría que ser de forma virtual, algo a lo que muchos no estábamos acostumbrados.

Pero, si hablamos en un contexto virtual, el internet es vital. Sin embargo, en América Latina existe otro problema o retraso, la banda de ancho. Representamos como región según datos de la CEPAL, un bajo porcentaje de acceso y calidad de internet, esto más que todo en la población vulnerable.

Y si en el contexto de la pandemia el internet es primordial, y no llenamos esos espacios de calidad y acceso, que dependemos aún del tráfico internacional de internet, nos hace una región atrasada y siempre dependiente de los más grandes, más que todo de Estados Unidos.

Acá se sigue notando que la población vulnerable de América Latina, no se beneficia de las herramientas que puedan llevar al desarrollo ya que, el acceso en este caso de pandemia al internet, a la zona rural, se le dificulta obtenerlo mientras que a la zona urbana no, y el saco que ya está lleno se sigue llenando, y el vacío sigue igual.

La globalización entonces, ha contribuido a cambios significativos y buenos para la región, no obstante no se ha cumplido ese anhelado desarrollo para los latinoamericanos y la región ha quedado estancada.

Así Latinoamérica, en el contexto de la globalización le pega de manera negativa (no siempre, pero en su mayoría), no porque sea mala la globalización, sino porque no está preparada la región, y aún le falta democracia representativa.

*La autora es estudiante de relaciones internacionales