EDITORIAL 002

 

EL COVID-19 Y LA MOSCA

Los grandes protagonistas del único debate vicepresidencial en las elecciones de los Estados Unidos de América fueron el COVID-19 y la mosca insolente que se posó en la nívea cabellera del actual Vicepresidente Mike Pence.

Vamos por partes.

El COVID-19 fue protagonista en fondo y forma. En fondo porque el manejo (o mal manejo) de la pandemia en suelo estadounidense es un tema vital en la conducción de la cosa pública y la confianza que el electorado pueda darle a la actual administración para continuar o no por ese camino.

Y en forma, porque los panelistas fueron separados por paneles de plexiglás luego que el Presidente Trump resultó positivo de coronavirus, supuestamente adquirido en uno de los tantos eventos públicos.

Y lo del plexiglás tiene, si me permiten la comparación, una remembranza a los debates y actos públicos luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 que obligó a la puesta de barreras antibalas para salvaguardar la integridad de los ponentes.

Alejar la amenaza sin recluir al funcionario. En este caso, la amenaza invisible es un virus microscópico que ha puesto en vilo al mundo.

Pero ese minúsculo bicho permitió poner en la mesa de discusión dos importantes temas, uno de ellos con vinculación internacional: la culpabilidad de China en el pésimo manejo inicial de la epidemia, lo cual ha sido la tesis de los republicanos desde el inicio.

Y la denuncia por parte de los demócratas de la eliminación del equipo de expertos científicos para el manejo de la pandemia en los Estados Unidos a cargo de la administración Trump, con las lamentables consecuencias en vidas contabilizadas a la fecha.

La candidata demócrata se mantuvo firme en sus críticas de falta de información y la desconfianza que puede generar una vacuna sin el respaldo científico debidamente acreditado, precisamente por la desvinculación del equipo de mayor renombre en el tema.

Mientras que el lado republicano se defendió señalando las acciones tomadas para evitar el pánico de la población, el cierre de las fronteras para evitar una mayor propagación del virus y la confianza de los republicanos en la inteligencia del pueblo estadounidense para hacerle frente a la epidemia.

Y la segunda gran protagonista fue la mosca que se posó en la cabeza del Vicepresidente Pence en el momento que se debatía el tema racial en los Estados Unidos.  

¿Coincidencia cósmica?  ¡No son temas de los que se ocupa este blog!

De lo que sí nos ocupamos y sabemos es que el tema racial es la gran mancha en la democracia estadounidense y su dilatación en afrontarlo y resolverlo no hace más que poner en tela de juicio ese gran faro de libertad y democracia como históricamente se ha presentado los Estados Unidos de América.

La mosca desvió la atención sobre un tema que es de gran interés para millones de afrodescendientes estadounidenses. Y así han habido otras “moscas” que históricamente han desviado los esfuerzos para poner fin a la idea de “varias Américas” en suelo estadounidense.

Ya sea una crisis mundial, una guerra, una recesión económica o un cambio de administración siempre ha habido una “mosca” que ha desviado la atención de este tema.

Foto del siguiente enlace

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