REFLEXIONES GLOBALIZADAS 013

 

LA REGIÓN DE AMÉRICA LATINA EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN

Por Yolanda Lemus

América Latina es una subregión procedente del hemisferio occidental. Como cualquier otra región, ha ido en un vaivén de buenas y malas decisiones con lo que a su economía y política respecta. La gestión de estas y como domésticamente se interpretan; como nos perciben desde el plano externo y como navegamos las amplias mareas del libre mercado.

A lo largo de la historia, han existido diferentes procesos que han significado grandes cambios para América Latina, muchos de ellos, y tal vez la mayoría, fueron influenciados o promovidos por entes soberanos provenientes del exterior. 

A pesar de ser Estados independientes, es una realidad que sus corrientes político-económicas no dependen exclusivamente de cada nación, en cambio, están estrechamente ligadas a las decisiones tomadas por aquellas naciones que cuentan con una influencia y poderío mayor, orillándoles a comportarse de acorde a sus requerimientos.

Uno de los procesos más importantes que han impactado al mundo es, sin lugar a dudas, la globalización. El proceso globalizador como concepto es contemporáneo, pero como hecho, recorre muchos años de historia. 

Por medio de este, se ha proliferado el capitalismo a casi todas las regiones del globo, con un sistema de acción que parte del desarrollo interino, hacia la participación en las esferas de competencia internacionales. 

Ha demostrado su trascendentalismo gracias a su capacidad de adaptación y mutación a través de la historia, sumado a su eficiencia y eficacia.

La globalización se ha caracterizado por la integración de los entes soberanos, los individuos y corporaciones dentro del libre mercado, que es justo, donde radica su fuerza. 

Ha logrado expandirse a casi todas las naciones, quienes, al incluirse, hacen del libre mercado una arena de pujante competencia; atractivo, calidad, bajo costo y grandes ganancias son las etiquetas de primera línea que los gigantes del mercado desean ostentar. 

Por otro lado, la velocidad y la capacidad de aproximar al mundo por medio de la tecnología y la comunicación, son los instrumentos de los cuales se vale el proceso globalizador para atraer y hacer permanecer a las masas.

Ahora bien, a pesar de que en la globalización participen una gran cantidad de Estados-nación; los Tigres Asiáticos, los grandes referentes europeos de España, Inglaterra o Francia; e incluso grandes economías americanas como la de Canadá y México. No es un secreto que desde 1914, existe solo una potencia hegemónica que lleva la batuta en el juego de sigan al líder.

Los Estados Unidos de América, desde principios del siglo XIX, plasmó el camino que lo llevaría a convertirse en la superpotencia que desplazaría a Inglaterra y se erigiría como el director del nuevo orden mundial conocido hasta nuestros días. 

El gigante norteamericano desarrolló por medio de la globalización, su sistema capitalista por todo el globo, no solo alineando a los países de la periferia hacia su sistema económico-político, sino que expandió su cultura de una manera tan profunda que ha logrado homogeneizar este aspecto en muchas regiones.

Iniciando en 1914 y extendiéndose hasta 1945, el poder acumulado por Estados Unidos hizo de la región de América Latina su planta de producción o su gallina de huevos de oro. 

Valiéndose de sus capacidades industriales, mucho mayores en comparación, se encargó de manipularla a su antojo y marginarla con su alta competitividad, por lo cual, Latinoamérica quedó sumisa y desprotegida ante los estadounidenses, terminando por concretar una política reactiva en los entes soberanos de la subregión latina.

En 1945 se da la Guerra Fría, la cual fue un conflicto no directo entre Estados Unidos y la URSS, resultado de una estrategia política estadounidense para engrandecer y proliferar su ideología en conjunto de su sistema económico. 

Los afectados fueron los países de la periferia y aprovechando su debilidad, Estados Unidos en un acto solidario, más bien ficticio, creó el Plan Marshall para la reconstrucción de aquellos países azotados por la guerra. En otros términos, fue la propaganda perfecta para demostrar la idoneidad del capitalismo.

En América Latina, realmente no se habló de reconstrucción, porque fue una reorientación del sistema para que la región fuera lucrativa para los Estados Unidos. 

Sin embargo, existieron países que se alzaron gracias a las exportaciones de monocultivos, pero, aun así, no eran capaces de sostenerse dentro de un mercado tan competitivo, tratando de generar desarrollo por medio del sistema de industrialización por sustitución de importaciones; las ciencias y la tecnología carecían en desarrollo y mermaban en dependencia.

Desde 1970 hasta la actualidad, los intentos por industrializar América Latina fueron muchos, pero, en base al desarrollo logrado hasta entonces, era imposible equipararse con las grandes naciones. 

Hay que destacar que mientras Estados Unidos invertía en el desarrollo técnico-científico, el resto de las américas entraban y salían de convulsas guerras civiles, más de una, financiada por los Estados Unidos.

A pesar de que el proceso globalizador impulsara el desarrollo de las diferentes ciencias y tecnologías en el mundo; de su increíble capacidad para hacer de actividades tediosas y lentas, diligentes y automatizadas; de la riqueza generada a través del libre mercado y la potenciación de la economía por medio de la industrialización, es innegable que el verdadero beneficio fue para los países más fuertes y que la cereza del pastel, le pertenecía exclusivamente a los Estados Unidos.

América Latina sigue pujando constantemente por solucionar la trascendentalidad de sus problemas. No se puede envolver todos estos hechos en un solo concepto, entre lo bueno y lo malo; porque el desarrollo humano estuvo presente en cada faceta, aunque en diferentes niveles dependiendo de sus regiones. 

La modernización es innegable, pero la hegemonía es el factor principal que marca el rumbo de la historia.

Estos sucesos no solo fueron el resultado de condiciones externas dependientes de una lucha hegemónica sino, que también son consecuencia, de las circunstancias internas de una nación. 

Sin lugar a dudas, cada decisión significó, desde un desmoronamiento irreparable para muchos, hasta una catarsis que daría origen a un despliegue de cambios capaces de alterar el orden mundial conocido hasta entonces.

Comentarios

  1. Excelente ensayo, realmente, el desarrollo económico de América Latina ha sido una constante búsqueda de una "fabricación" de ideas de desarrollo y de una autodeterminación nacional , en el marco de la intercesión nacional.

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  2. Muy buen ensayo, sin duda alguna para poder alcanzar los cambios en términos de desarrollo humano y económico será necesario la implementación de una serie de reformas que busquen trabajar de la mano con la globalización, es decir que esta juega un papel fundamental en el sistema económico y por supuesto influye en el desarrollo cotidiano de la población y de ahí su importancia para la región en términos industriales, políticos.

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  3. Un excelente articulo que nos muestra que la globalización no solo se ve como un aspecto negativa sino que llega a tener una gran influencia en el ámbito económico, política y por supuesto en el área de las industrias, lo cual ayuda con el desarrollo de las naciones.

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  4. Gran ensayo, en donde nos muestra que la globalización no es mala como se ha creído en el pasado, más bien es una oportunidad en la cuál los países pueden desarrollarse en diferentes ámbitos, ya sea económico o político.

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