REFLEXIONES GLOBALIZADAS 06
LA REGIÓN DE AMÉRICA LATINA EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN
Por José Roberto Batista*
La globalización es un proceso económico, tecnológico, político, social y cultural a escala mundial, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo, uniendo sus mercados sociales a través de transformaciones y políticas que les brindan un carácter global.
Es a menudo identificada como un proceso dinámico producido por las sociedades, y que ha abierto sus puertas a la revolución informática, alcanzando un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico, y en sus relaciones internacionales.
Desde 1990, América Latina redujo la pobreza de un 48,3% a 35,1%. Sin embargo y pese al crecimiento económico y a los avances sociales de los últimos años, América Latina está lejos de encontrar un camino adecuado para insertarse de manera eficaz a la globalización. Esto se debe en términos generales a las visiones equivocadas que prevalecen en dicha región.
A América Latina siempre le ha costado estar “nivelada” con las demás regiones del mundo, y es que las otras regiones tienen algo que la nuestra no… Con ese “algo” me refiero a elementos como educación de calidad, desarrollo social y económico, eficiencia política, entre otros, y es por esto que América Latina no termina de arrancar.
El mundo nunca espera a nada ni nadie, y menos ahora que se ha vuelto muchísimo más exigente. Es cierto que la piedra angular del proceso globalizador es Estados Unidos, pero que algunos países latinoamericanos tengan buena relación con ellos no es suficiente para sacar a flote a la región en su totalidad. América Latina necesita varias cosas para poder empezar a competir de lleno en este escenario; una de las más importantes se llama dinamismo general.
Las nuevas tecnologías traen consigo un costo sustancialmente menor de información y de transacción. Esto, a su vez, reduce las barreras al ingreso, fomenta la competitividad y eleva el nivel de la inversión.
Es posible lograr una mejoría extraordinaria en la productividad global, si los productores que estaban marginados de los mercados internacionales explotan ahora las nuevas oportunidades que se les presentan.
Durante los años 50 y 60, el aislamiento era la norma en América Latina; ahora, la norma es apertura y conectividad.
Las nuevas tecnologías también están cambiando las características del comercio, al incrementar la movilidad del capital y del trabajo. Las barreras geográficas ya no son insuperables para la integración de los mercados, especialmente en el sector de servicios.
Más espectacular aún es la expansión de las corrientes financieras internacionales facilitada por la liberalización financiera y la innovación de los mecanismos de mercado.
En palabras más simples, se trata de movilizar todos los recursos que la región latinoamericana tenga a disposición, para así poder desarrollar los diferentes sectores de producción, generar oportunidades múltiples, atraer inversión (muy importante) y sobre todo, darle ocupación a la gente. Todo es en busca del crecimiento y del desarrollo en todas sus facetas.
Ahora bien, la gran interrogante es si América Latina tiene la capacidad de explotar correctamente las [nuevas] oportunidades y, simultáneamente, salvaguardarse o controlar, en menor o mayor medida, la exposición al riesgo. Mi respuesta es afirmativa, pero sólo si los países aplican políticas macroeconómicas apropiadas, sostenibles en el tiempo, y complementadas con políticas sociales encaminadas a hacer de la globalización, una especie de herramienta que funcione y favorezca a las mayorías.
Ante todo, es fundamental una efectiva gestión de los Gobiernos, así como la transparencia en la formulación de las políticas (económicas y sociales). Las presiones de la globalización acentúan los beneficios de las buenas políticas, pero también lo que cuesta una política desacertada.
Los países con políticas estructurales sólidas atraerán comercio, capital, trabajo, y en última instancia emprenderán, con bastante suerte, una trayectoria que converja con las economías más avanzadas.
*El autor es estudiante de relaciones internacionales
La globalización en América Latina, si tiene la capacidad de explotar nuevas oportunidades y sin duda a lo largo del tiempo ha ido desarrollando la libertad económica, el comercio internacional, la distribución mundial de bienes y servicios, tambien la reducción de barreras de comercio internacional como son los aranceles, las cuotas de exportación, entre otros. Asi como se menciona en el artículo, que América Latina le ha costado estar nivelado, desde mi punto de vista me centro más en lo económico, la globalización en un cierto punto ha promovido el desarrollo de la responsabilidad social empresarial, y la preocupación por el compromiso de los actores no estatales especialmente cuando estos han tenido un efecto negativo. Hoy en dia tambien vemos que cada vez más empresas formulan sus propios códigos o compromisos. Sin embargo, la globalización tambien tiene las ventajas de apoyar la expansión de la democracia y crear conciencia sobre la formulación política, a pesar de la enorme brecha tecnológica, tambien ha tenido consecuencias en los ámbitos sociales.
ResponderBorrarBien es cierto que con la globalización los países de América Latina han tenido sus altas y sus bajas, ya sea en el ámbito político, económico, social e incluso cultural y esto se debe a que la mayoría no supieron aprovechar como se debe este sistema.
ResponderBorrarMuy de acuerdo con lo que se menciona en el articulo, la globalización debería ser una herramienta que favorezca a todos por igual, solo se lograra si los gobiernos aplican las normas apropiadas.
Los gobiernos latinos deben implementar políticas que favorezcan al sector mercantil, de tal modo que puedan expandir el libre comercio con las otras regiones y darle un papel más importante a la inversión nacional, tienen que invertir en una buena educación con tecnología avanzada, y a su vez, capacitaciones que alimenten una innovación en la región, el problema es que somos países dependientes y eso nos vuelve un poco conformistas debido a que no podemos desarrollarnos nosotros mismos como región. América Latina tiene un largo proceso que seguir para vencer esta dependencia, debemos implementar una estrategia en los mercados dado a que poseemos una gran fuente de recursos naturales que nos nutren de esperanza para poder darle un crecimiento a la economía y un estable desarrollo humano-.
ResponderBorrar