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EL CAMBIO CLIMÁTICO EN AMÉRICA LATINA

Por Mónica Alfaro (*)

El fenómeno del cambio climático es un problema global pero que, para Latinoamérica, sus efectos son aún más perjudiciales. Y es que América Latina, ha aumentado cada vez más la deforestación y olvida que la región es una de las más biodiversas a nivel global. Además, cuenta con reservas enormes de agua dulce y el Amazonas, un pulmón del mundo.

También, hay pobreza extrema en la región y esto provoca más desigualdad a la hora de vivir los efectos del cambio climático. El crecimiento acelerado de la población aumenta el consumo de energía que hace crecer las emisiones de carbono.

Según el Programa Regional de Seguridad Alimentaria y Nutricional para Centroamérica (PRESANCA), Honduras es el país más vulnerable de la región al calentamiento global, luego Guatemala y Nicaragua. Para ello, es importante mencionar que se toman en cuentan ciertos criterios para considerarlos vulnerables:

  • Economía

  • Instituciones y gobernabilidad

  • Desarrollo humano y sanidad

  • Ecosistemas (gestión de bosques, el impacto humano de la erosión del suelo)

  • Seguridad de abastecimiento de recursos

  • Distribución de la población e infraestructuras.

Y estos criterios de igual forma, nos ayudan a ver el panorama en Latinoamérica y el porqué es importante la conciencia del desafío del cambio climático para la región.

Por tal motivo, se abordará la importancia de este tema a nivel regional, la emergencia de entrar en acción y qué políticas públicas se necesitan para mejorar los efectos del cambio climático.

El cambio climático

Para entrar en contexto, el cambio climático se puede definir como una modificación al estado normal del clima. Esto, puede ocurrir por situaciones, naturales o por acciones humanas que surten efecto en un tiempo prologando.

Para la CEPAL, el cambio climático posee ciertas características en América Latina:

  1. Paradoja temporal: Efectos a largo plazo.

  2. Asimetría entre emisiones y vulnerabilidad.

  3. Desigualdad en los países (internamente). Para la región, esto provoca el doble de desigualdad frente al cambio climático y sus efectos negativos.

  4. Lo inevitable y adaptarse urgentemente. Se deben adoptar medidas que de alguna manera puedan detener los efectos negativos del cambio climático. Sin embargo, hay daños al medio ambiente que no se pueden resarcir. Esto, nos lleva al primer punto de la paradoja temporal, ya que las acciones que hoy se tomen, repercutirán en el futuro.

Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), “El cambio climático puede deberse a procesos internos naturales, a forzamientos externos o a cambios antropogénicos (acciones humanas) persistentes de la composición de la atmósfera o del uso de la tierra”.

Este fenómeno, lo produce los Gases de efecto invernadero que absorben y reenvían la radiación a la superficie terrestre. Esto es lo que aumenta la temperatura en el mundo, y se produce de dos maneras. 

Por un lado, se produce de forma natural, siendo esto necesario para mantener una temperatura estable en la tierra; y también es producido por acciones del ser humano utilizando agentes fósiles. Ésta acción es un agregado que deteriora más rápido el medio ambiente.

Están las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) que, por naturaleza se produce por la respiración animal y vegetal. De forma forzada, se produce al accionar humano como la deforestación, combustible utilizado en el transporte ya sea vía terrestre, vía aérea o marítima.

En Centroamérica, entre 1990-2016, la tasa de deforestación fue de un promedio de 27.000  hectáreas al año, cuando poseía 27 millones, ahora sólo posee 20 millones. 

Para el Índice de Riesgo Climático Global de Germanwatch, el país donde los efectos de cambio climático tuvo un impacto mayor entre 1996-2015 fue Honduras. Nicaragua tomó el 4° lugar, Guatemala el 9°, El Salvador el 15°, Belice el 26°, Costa Rica el 78° y Panamá el 97°.

Para aumentar la urgencia de lo que sucede en Centroamérica y el cambio climático, entre 1990 y 2018, sucedieron 288 fenómenos climáticos fuertes como: Inundaciones, tormentas, deslizamientos, aluviones y sequías. Consigo, vienen los problemas económicos, sociales y por supuesto ambientales.

Con la deforestación, Latinoamérica se hunde en la erosión de los suelos, en la pérdida de servicios ecosistémicos, una pérdida de producción forestal, se reduce el potencial de tomar y retener carbono lo cual produce un costo económico, entre otros.

También, la urbanización. Esto ha traído consigo no solo un dinamismo económico, que no es negativo, pero, ha hecho que aumente la contaminación atmosférica, la generación de gases de efecto invernadero, los accidentes viales, la congestión vial, los problemas de salud y la contaminación del agua.

En cuanto a salud, el cambio climático provoca en la región latinoamericana principalmente: la malaria, dengue, estrés por calor y el cólera. No es nuevo que América Latina tenga ciertas dificultades con temas tan importantes como el cambio climático. 

Sin embargo, la región al ser tan vulnerable y que no cuenta con muchos recursos económicos, estas enfermedades causadas por el cambio climático agrava la situación de la región, haciéndola el doble de vulnerable.

Por otra parte, los hechos son los que más cuentan y, a raíz del calentamiento global en América Latina se ha dado el deshielo de glaciares en los Andes centrales del Perú, y esto causa un impacto en fuentes de agua, en la generación de microclimas menos predecibles en los Andes de Ecuador y la Amazonía colombiana. También, una alteración de los ciclos agrícolas en la pequeña agricultura en México y Bolivia.

Aquí se llega a un tema de suma importancia y no solo para Latinoamérica, y es que, la región cuenta con uno de los pulmones del planeta, El Amazonas. Abarca a Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

La importancia de la Amazonía es que, sus árboles absorben el dióxido de carbono, convirtiéndolo en oxígeno y tiene una gran biodiversidad. Hay 40.000 especies de plantas en la región aproximadamente. Aquí se incluye alrededor de 16.000 árboles distintos y unos 10.000 árboles exóticos, que solo se encuentran en el Amazonas.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha mostrado cierta resistencia a la Agenda del Cambio Climático y es que, se negó a ser sede de la COP 25 del Acuerdo de París. A la vez, en este 2020, desmintió que se está quemando el Amazonas.

Pero, en la realidad, se han registrado incendios que, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), son unos 17.326 focos de incendios en octubre del 2020, mientras que, en el mismo mes pero del 2019 fueron 7.855. Con esto, los incendios incrementaron un 120% y crecieron un 17% en el Pantanal.

Los incendios en todo este año en El Amazonas, aumentaron a un 4,6% a comparación del año pasado. Esto, nos dice que las políticas ambientales y económicas incluso, tomadas para combatir el cambio climático no están funcionando porque no se están llevando a cabo. 

Y es que, la mayoría de estos incendios son provocados por el ser humano. Una parte, es porque llegan acaparadores de tierras y ganaderos salvajes y constituyen sus empresas agrícolas lucrativas.

Lo que todo esto provocará según científicos, es que el Amazonas ya no pueda generar las lluvias suficientes para mantenerse, llegando a un punto de inflexión, que comenzará a matar a este pulmón de la Tierra. Y, ¿Qué se hará cuando llegue ese momento? ¿Se podrán revertir esas acciones humanas que lo han provocado? Definitivamente no.

Pero un agregado a este problema en la región ha sido la pandemia por COVID-19. Esto, en un inicio provocó la reducción de emisiones de gases altamente contaminantes al medio ambiente, lo que no logró la Comunidad Internacional en 30 años de lucha contra este fenómeno. 

 Sin embargo, la pandemia alteró los planes ante el Cambio Climático haciendo que esto, pasara a “segundo plano”, porque a pesar de ser una emergencia no solo regional, no ha ocupado el lugar pertinente.

Cuando se anunció que el confinamiento había reducido los gases contaminantes en el medio ambiente, los ríos, playas estaban limpias, los gobiernos latinoamericanos comenzaron a reducir sus esfuerzos en el tema. La ONU, hacía énfasis que el COVID-19 no debía ser una excusa para dejar de lado el abordaje del tema.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP26 en Glasgow, que es tan importante en la Agenda del cambio climático, fue la única cumbre global que quedó suspendida en el 2020 por la pandemia, pasándola hasta el 2021. Esto puede traer repercusiones irreversibles en la región. Esto provocaría el doble de vulnerabilidad ante el cambio climático.

No se niega que en Latinoamérica hay ciertos avances en el tema. Por ejemplo, Costa Rica en febrero de 2019 presentó su Plan Nacional de Descarbonización 2050. En Uruguay con la estrategia energética, les hizo llegar a energías renovables en un tiempo corto. Por otra parte, existen tratados internacionales o convenciones que regulan este tema y que los países latinoamericanos han ratificado.

Tenemos la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Su objetivo es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero. Esto nos lleva al Protocolo de Kyoto, que es lo que pone en marcha a ésta Convención, ya que los países industrializados se comprometen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. 

También el Acuerdo de París que es lo que hace conocer el gran reto a nivel mundial sobre el cambio climático y toma acción sobre esto.

Acciones pertinentes en la región

Retomando estos retos abordados a lo largo de este ensayo, y, lo que está dentro de la Agenda como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Protocolo y el Acuerdo de París, se pueden tomar las acciones pertinentes en la región, como:

Un plan estratégico prioritario tanto como región, e internamente para cada país. Esto, puede hacer que la agenda tome la importancia que debe ante el cambio climático y a la vez, que pueda tomar en cuenta aspectos económicos para la elaboración de la estrategia ante el cambio climático, ya que, como se mencionaba, la región es desigual, vulnerable y no posee tantos recursos económicos y debe emplearlos de la mejor manera.

Las políticas de mitigación que buscan reducir los gases de efecto invernadero, los cambios antropogénicos, sobre todo la deforestación, deben ser los principales puntos a combatir en la región.

Y como eje fundamental, que todo lo planeado se cumpla, a través de un verdadero compromiso por parte de cada Estado en la región. Latinoamérica, debe tomar acción sobre los desafíos del cambio climático y no solo tenerlo en agenda por compromiso con la Comunidad Internacional.

¿Qué necesita la región para entender la emergencia de este fenómeno? Se está muriendo el medio ambiente, y no se puede pasar de largo y más aún, con la frágil que es América Latina ante los efectos de éste.

BIBLIOGAFIA

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45677/1/S1900711_es.pdf

https://library.fes.de/pdf-files/bueros/la-energiayclima/09164.pdf

http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Havana/pdf/cap1.pdf

https://www.kas.de/documents/273477/5442457/Politicas+publicas+y+Cambio+Climatico+en+ALC_Vf.pdf/95e5118f-0de9-5e31-884a-e8b565da221a?version=1.0&t=1592926315552

https://co.boell.org/sites/default/files/2020-07/La%20emergencia%20sanitaria%20COVID-19%20a%20la%20luz%20de%20la%20emergencia%20clim%C3%A1tica%20_1.pdf

https://www.cepal.org/sites/default/files/static/files/ods13_c1900799_press.pdf

https://unfccc.int/es/kyoto_protocol

https://unfccc.int/es/process-and-meetings/the-convention/que-es-la-convencion-marco-de-las-naciones-unidas-sobre-el-cambio-climatico

FOTO EN PEXELS https://www.pexels.com/es-es/foto/arbol-arido-cambio-climatico-cielo-60013/

(*) Mi nombre es Mónica Alfaro. Soy estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Dr. José Matías Delgado. Me interesa el tema de Derechos Humanos, política, medio ambiente y corrupción.

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