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EL SURGIMIENTO DE LA POLÍTICA EXTERIOR DIGITAL
Por José Armando Treminio Córdova.
A partir del año 2000 las tecnologías de la información han tenido un crecimiento exponencial, desde el punto que, la humanidad ha pasado de computadoras con el volumen suficiente para llenar habitaciones de 4 metros cuadrados, hasta comercializar en masa teléfonos celulares capaces de realizar todo lo que una computadora puede, y más, con un menor tamaño.
Junto con la evolución tecnológica, las plataformas virtuales florecieron sin freno alguno, hoy día hay plataformas tan populares como “Facebook” que, de acuerdo a números oficiales de sus propios creadores, la plataforma superó los 1,900 millones de usuarios a nivel mundial en el año 2020.
Esta realidad refleja que, como seres humanos las relaciones van más allá de un encuentro común, se entiende que existe una red de “híper” relaciones que permiten a los seres humanos forjar una conexión sentimental a través del contenido multimedia en extremos opuestos del mundo.
Aterrizando la idea, ese crecimiento exponencial ha hecho llegar las plataformas virtuales, como: redes sociales, páginas web, blogs y los llamados “wikis”, a formar parte del día a día en la vida de muchas personas a lo largo del mundo.
No importa la ubicación, la cultura, las tradiciones, el credo o las ideologías; la información se encuentra a un clic de distancia si se desea.
La transferencia de ideas y el aprovechamiento de la información mundial, es un campo abierto a nuevas relaciones, no solo relaciones personales, sino también relaciones de todo tipo, entre las cuales están las relaciones diplomáticas.
Estas relaciones provienen de una realidad simple, los seres humanos son seres sociales, y, sí el fin último del Estado es la persona humana, el Estado busca generar relaciones con otros Estados reflejando una tendencia natural.
Ahora bien, es justo aclarar que como en los seres humanos, cada relación tiene una razón de ser; en el caso de los Estados, esa razón de ser son los intereses de su nación o naciones.
Pero cabe preguntar, ¿Cuáles son esos intereses?, ¿Cómo se agrupan?; y, ¿A través de qué se exponen?
La respuesta es clara: política exterior; a través de la política exterior los Estados definen los objetivos a partir de los cuales van a actuar y a tomar decisiones en la sociedad internacional.
Estos objetivos no son simples campos de acción, son pilares fuertes que ayudan a cumplir con los intereses nacionales que, a su vez, satisfacen los intereses de la población de ese Estado.
Bajo esta perspectiva de la importancia de la política exterior, y del crecimiento exponencial de las tecnologías de la comunicación y sus plataformas digitales, es claro pensar que en un punto se conectan.
Hoy en día los Estados tienen más herramientas para darse a conocer, para generar interés y, sobre todo influir y reaccionar en la realidad de un mundo globalizado.
Los Estados buscan esa oportunidad de influir o reaccionar en la comunidad internacional, de acuerdo a sus intereses, para moldear esas relaciones a favor de sus objetivos, una acción más que necesaria pues así es como se entablan, se fortalecen o se cortan estas relaciones de acuerdo a la conveniencia de sus políticas exteriores.
Un claro ejemplo de estas influencias o reacciones se da al momento de un acontecimiento o hecho de impacto en uno de los miembros de la comunidad internacional, 2 ejemplos recientes son: El golpe de Estado en Birmania y la reciente llegada al poder del demócrata Joe Biden como el presidente número 46 de los Estados Unidos de América, estos dos eventos causaron gran cantidad de comunicados oficiales, que tanto Estados como Organizaciones Internacionales, extendieron desde sus plataformas virtuales.
Esos comunicados cuentan con todo el peso y formalidad que un Estado tiene al momento de dar su postura al respecto de un tema, y no solo eso, a través de esas plataformas virtuales, la postura de un Estado es conocida en un tiempo mucho menor que a través de los medios tradicionales.
El hecho de tener que formar parte de procesos tan complejos en esta era en la que una persona puede saber lo bueno y lo malo de un Estado, desde cualquier parte del mundo con una conexión a internet, marca una necesidad grande en la comunidad internacional que es, el potenciar la política exterior a través de las plataformas digitales disponibles y también, la capacidad de poder evitar o mitigar una crisis de intereses a través de las mismas plataformas.
Eso moldea la percepción que se tiene de un Estado, lo cual ayuda a incrementar, dosificar y multiplicar el turismo, la inversión y nuevas relaciones a partir de intereses en común.
Enfocado en la potenciación de la política exterior a través de las plataformas digitales, es imperativo decir que, está surgiendo una política exterior digital desde hace ya algunos años.
Y seguido, desde 2009 el número de páginas web se ha venido multiplicando a pasos agigantados cada año, los sitios web gubernamentales, blogs de opinión y redes sociales han impactado en la forma que un estratega, un gobierno o un ministerio indaga sobre cuales otros Estados pueden ser convenientes para iniciar una relación, el hecho de una política exterior digital bien organizada, implica una mejor imagen en el banco de información que existe hoy en día y que por excelencia conocemos como “internet”.
La política exterior digital lleva la consecución de intereses a un nivel de híper conexión, que es la capacidad de exponer lo que un Estado tiene para ofrecer, junto con lo busca en sus homólogos, con mayor alcance y transparencia.
No es coincidencia que varios jefes de Estados actuales utilicen como medio de propagación de sus políticas las plataformas digitales de todo tipo, siendo las redes sociales las más utilizadas ya que, al tener un mayor alcance, es más fácil viralizar una noticia a través de internet que, a través de los medios tradicionales.
Figuras muy importantes a nivel mundial mostraron como las redes sociales y plataformas digitales, tienen la capacidad de moldear las decisiones de la comunidad internacional.
El Expresidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, fue un claro ejemplo de cómo, la política exterior de un Estado se puede ver afectada por el uso desmesurado de las plataformas digitales disponibles en internet.
Hoy en día, las noticias se conocen mucho antes de que se den a conocer oficialmente por las instituciones gubernamentales, gracias a internet las posturas de los representantes de los Estados, pueden conocerse a través de blogs o publicaciones, los planes de acción de los Estados pueden descargarse desde sitios web; es esa apertura a la información lo que vuelve la atención de los Estados y Organizaciones Internacionales a armonizar los intereses y las acciones que se desarrollen en común.
En cuanto a la política exterior digital se puede concluir que, es una herramienta muy necesaria, que debe manejarse con cuidado pues, una publicación mal redactada, o bien, mal intencionada, puede afectar las relaciones entre Estados.
La actividad constante y filtros de redacción y publicación, definen el posicionamiento del Estado en las plataformas digitales, la credibilidad de la información será la base de una imagen seria y respetable; y, un Estado con política exterior digital innovadora va un paso más adelante en la satisfacción de sus objetivos.
"Internet permite la creación en red, más allá de una suma de individualidades", Manuel Castells, sociólogo.
(*) José Armando Treminio Córdova es un joven estudiante de quinto año en Relaciones y Negocios Internacionales, en la Universidad Evangelica de El Salvador, fiel creyente de la democracia y defensor de sus derechos y libertados. Guiado por sus conocimientos en Marketing Politico, Marketing Digital y Ciencias Políticas, gusta de buscar nuevas tendencias de pensamiento a traves de las plataformas virtuales y de crear criticas de valor para entender los pensamientos modernos y los nuevos ideales que regiran las sociedades politicas futuras.
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