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¿CONVIENE MANTENER LA FIGURA DE LA REELECCIÓN DEL SECRETARIO GENERAL DEL SICA?

César Edgardo Martínez Flores (*)

En el año 2013, los Presidentes de los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) acordaron realizar un proceso de reforma del SICA y convinieron establecer diversas normativas con el propósito, entre otros, de asegurar que se efectuara un sistema de rotación geográfica en los cargos de dirección de las organizaciones y entidades del SICA.

Esto con la finalidad última de garantizar que absolutamente todos los países, sin exclusión alguna, pudieran ser representados dentro de la estructura institucional del SICA, en sus más altos niveles de dirección.

En ese contexto general, y entusiasmados por el "avance" democrático de la medida, se estableció un orden de rotación (o debiera escribir "el" orden) para ostentar los diferentes cargos de la institucionalidad regional, la cual debía ser de obligatorio cumplimiento para los países y aplicable a todas las organizaciones del SICA. 

Prevaleció el espíritu multilateral de priorizar la alternancia en el ejercicio de esos cargos y materializar una auténtica representación y participación de todos los Estados miembros en la conducción administrativa y operativa del proceso, teniendo en consideración la realidad de la región y contribuyendo al equilibrio que debe privar en el proceso de integración.

De ninguna manera los Jefes de Estado enfocaron esa decisión como un intento de limitar la posibilidad de que algunos exitosos funcionarios de la institucionalidad del SICA pudieran ser reelectos.

 

No se revela nada nueva al afirmar que en los últimos ciclos, el proceso de integración del SICA ha mostrado una fuerte tendencia hacia su debilitamiento institucional y estratégico, con una "integración" superficial y una marcada deuda en lo fundamental: fortalecimiento a la institucionalidad democrática de la región y respeto a los derechos fundamentales de los centroamericanos para mencionar un par.

Sin demeritar los esfuerzos y logros tangibles que algunas entidades especializadas regionales de manera individual han alcanzado, principalmente sustentados en su autonomía funcional, sin contar con la necesaria sinergia de la Secretaría General del SICA.

Aunque para algunos pueda ser debatible, pero no me equivoco al precisar que es incuestionable que los avances logrados y visibles del proceso han sido obtenidos únicamente por las secretarías especializadas, limitándose la actual Secretaría General a mostrar posicionamientos en una clara estrategia de Diplomacia Pública que "vende" el logro de las partes, como el éxito del todo.

El actual liderazgo de la Secretaría General del SICA ha priorizado “las comunicaciones” y la percepción de "estar haciendo", y ha obviado trabajar en los aspectos esenciales del proceso de integración.

En esencia la crisis del proceso, según información recabada, se explica por el total desconocimiento del funcionamiento de este tipo de modelos de integración y las decisiones arbitrarias asumidas por parte de la Secretaría General, complementados por la falta de liderazgo de parte de los principales actores del proceso, que son llamados a orientar y condicionar el rumbo del proceso de integración. 

Lo anterior referido a la indiferencia de los Jefes de Estado, la ausencia de reuniones al más alto nivel, agravado a partir de mediados de 2019, aunque con algún atisbo de esperanza con la actual Presidencia Pro Témpore.

Conducción tecnócrata o política

Este dilema no es nuevo en las organizaciones internacionales regionales y subregionales. La evidencia empírica demuestra que la elección de un político gana una proyección internacional pero una desaceleración en los procesos mientras se familiariza; en tanto que la elección de un tecnócrata garantiza funcionamiento al interior pero pérdida de músculo negociador entre los Estados miembros.

En el actual contexto centroamericano, se considera elemental y apremiante que la Secretaría General sea liderada por una balanceada nómina de tecnócratas y expertos que conozcan el funcionamiento de los procesos de integración, impulsen iniciativas novedosas y la aplicación concreta de los acuerdos ya alcanzados, que por desconocimiento, incomprensión y falta de interés no se han puesto en práctica.

A lo anterior, conforme hemos recabado información, se agregan problemas internos de la Secretaría General, ya conocidos por los Estados miembros en distintos niveles, de orden administrativo, operativo y conductuales, entre los que se remarcan los siguientes: 

• Pérdida de los principios de meritocracia e idoneidad en los cargos para elegir a los funcionarios de alto rango al interior de la Secretaría General.
• Violación de los más elementales principios de administración de recursos humanos y respeto a los derechos laborales, así como el trato personal mínimo que se espera en una organización como el SICA.

El modelo de integración del SICA, trasciende acuerdos económicos y comerciales, se cimienta en principios y valores democráticos, entre ellos el de respeto a los derechos humanos, incluyendo los de carácter laboral, consignados en el Protocolo de Tegucigalpa; y coloca al ser humano como centro y sujeto primordial del desarrollo, de acuerdo con la Alianza para el Desarrollo Sostenible de Centroamérica (ALIDES), instrumentos primordiales del proceso de integración.

Y ante una Centroamérica joven es importante decirle sin temores a herir susceptibilidades que para desempeñar activa y efectivamente la conducción de una organización de esta naturaleza, entre otros, se requiere adicionalmente de una alta dosis de energía, por lo que debería considerar nombrar a un tecnócrata que goce de mayor juventud y que le impregne de mayor dinamismo y mejor orientación al proceso, que cuente con experiencia suficiente en procesos de esta naturaleza y que se nutra de los avances en otros modelos de integración y además tenga la capacidad de comprenderlos.

Las nuevas generaciones de internacionalistas que vienen fuertemente empujando apoyarán lo anterior. Por una Centroamérica joven.

(*) El autor es Director Editor de este blog.