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(**)Política Exterior Feminista de Suecia: ¿Un enfoque nuevo para América Latina y el Caribe?
Suecia a lo largo de la historia se ha caracterizado por una posición de no alineamiento, además de colaboración y compromiso con la seguridad colectiva y cooperación internacional. Sobresale como uno de los países con mayor soft power1 y ha destacado por legislaciones orientadas a la promoción de la equidad de género, pero fue en el 2014, cuando Suecia se convierte en el primer país en el mundo de asumir ante un partido socio demócrata, una política exterior feminista.
Esta nueva perspectiva de política exterior trabaja de la mano con un desarrollo al ODS 5 de “Igualdad de género”. Implica trabajar bajo las “tres erres” (3Rs): Derechos (rights) promoviendo el pleno disfrute de los derechos humanos de parte de mujeres y niñas, incluyendo la lucha contra todo tipo de violencia y discriminación; representación (representation) promoviendo la participación de las mujeres y su influencia sobre los procesos de toma de decisiones en todos los niveles y buscando representaciones de las mujeres a todos los niveles; y Recursos (resources) es decir, la reasignación de recursos garantizando así la promoción a la igualdad y oportunidades.2
Aun así, se plantea una cuarta “R” denominada “Reality check” es decir, la necesidad de medidas en la política exterior, que se adapten a la realidad y a las necesidades de las mujeres y niñas. Se podría considerar que esta última se desenvuelve como algo necesario para que las otras 3 funcionen en sintonía de la realidad.
El Servicio Exterior Sueco destaco 6 objetivos externos a largo plazo, estableciéndolos desde el 2019-2022 en su manual de Política Exterior Feminista de Suecia, que contribuyen a un desarrollo como sociedad paritaria, siendo reforzados mutuamente. Estos 6 objetivos se presentan a continuación:
1. Un pleno disfrute de sus derechos humanos. Aun cuando los movimientos de emancipación de la mujer llevan décadas desarrollándose, no fue hasta la fundación de Naciones Unidas donde se figura entre las garantías fundamentales de los derechos humanos la igualdad de derechos para las personas humanas.
Asegurar un pleno disfrute de los Derechos Humanos para las mujeres y las niñas, involucra en el ámbito practico, luchar contra la discriminación que se vive contra la mujer y niña en todos los ámbitos de la sociedad y además de ello, reforzar leyes, proyectos e instancias políticas o de la sociedad civil, teniendo en cuenta que la discriminación y la vulnerabilidad van de la mano con factores como la pobreza, conflictos, migración, origen técnico, orientación o identidad de género.
2. La erradicación de la violencia física, psicológica y sexual contra ellas. Aun cuando se ha estipulado a Suecia como uno de los países que ha trabajado arduamente en el ámbito de igualdad de género, no podemos dejar de lado la denominada “paradójica nórdica” donde se presenta la prevalencia de altos niveles de violencia física y sexual contra la mujer en países con altos índices de igualdad de género. Contribuye el 28% en Suecia, siendo la menor de los países nórdicos.
La erradicación de cualquiera clase de violencia juega un rol indispensable para no solo el desarrollo de la sociedad sueca, sino más bien, para el desarrollo de cualquier sociedad. Siendo este limitante no solo al individuo en su esfera de influencia, sino también como consecuencia estructural, a la colectividad.
3. Su participación en la prevención y resolución de conflictos y en la consolidación de la paz. En el año 2000, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas publicó la Resolución 1325, instrumento que se focaliza en los impactos diferenciales que los conflictos sociales y militares tienen sobre la población femenina, junto con vislumbrar cómo las mujeres cumplen un rol de “agentes de paz”, para la resolución de los mismos conflictos.
Según un estudio sobre la participación de las mujeres en las negociaciones de paz, señala que de treinta negociaciones de paz ocurridas entre 1992 y 2011 en todo el mundo, las mujeres representan sólo el 9% del total de negociadoras participantes, el 4% de los firmantes, el 2.4% de los jefes mediadores y el 3.7% de los observadores.3 Datos que señalan una baja participación de las mujeres en la consolidación de la paz, más que en cualquier otro espacio de decisión.
4. Su participación política e influencia en todos los ámbitos de la sociedad. La participación de la mujer en foros públicos y políticos da inicio a partir del siglo XIX, aun así, en el ámbito político la desigualdad persiste, siendo mínimas las cifras de la presencia de la mujer en la política.
En la actualidad, según información de la Unión Interparlamentaria, se presentó un aumento del 21.9% del papel de la mujer en el ámbito político en el 2020. En 20 países encontramos a mujeres siendo Jefas de Estado o Gobierno. No podemos dejar de lado que en países como Nicaragua, Austria, Bélgica, Albania, Costa Rica, Canadá, etc. Existe más del 50% de representación de mujeres en las posiciones de magistradas. No obstante, también encontramos países alrededor de globo con ningún representación de mujeres en sus gobiernos.4
La participación política es un desarrollo más dinámico a la democracia. Naciones Unidas ha mencionado que la democracia tendrá un verdadero significado cuando “conjuntamente los hombres y mujeres presten una atención equitativa a los intereses y las aptitudes de las dos mitades de la población”. Es decir, el liderazgo de la mujer en la sociedad es algo necesario ante la representación de la diversidad.
5. Sus derechos y empoderamiento económicos. El grado de acceso de la mujer y el hombre al ámbito económico de las sociedad y respectivas oportunidades de ejercer poder son diferentes. Según el ACNUR en la mayor parte del mundo la presencia de mujeres en la toma de decisiones económicas es mínima. Aun cuando los trabajos informales son los que más destacan, las mujeres han comenzado a participar cada vez más en microempresas y mediana empresas.
Cabe destacar que cuando las mujeres participan en el mercado laboral, su empoderamiento económico aumenta y con ello se apuesta de igual aumenta el crecimiento económico de la sociedad. A pesar de ello muchas mujeres se encuentran limitadas ante el disfrute de sus derechos y la compensación del empoderamiento económico es nula, lo que las limita no solo de un empleo remunerado, sino también accede información y tecnología.
6. Su salud y derechos sexuales y reproductivos (SDSR). El ACNUDH asocia varios derechos humanos a la SDSR como el derecho a la vida, el derecho a no ser sometido a tortura, el derecho a la salud, el derecho a la privacidad, el derecho a la educación y la prohibición de la discriminación.
Las cuestiones relativas a la sexualidad y reproducción han sido parte de la historia de evolución de Suecia. En 1938 se abolió la prohibición de información acerca de los anticonceptivos, en 1944 se brindó la posibilidad de abortar bajo ciertas condiciones y fue derogada la condena por homosexualidad. La educación sexual en la escuela ha existido desde el siglo XIX y fue declarada obligatoria en 1955, además de ser apoyada por sindicatos de estudiantes; y en 1975 las mujeres adquirieron el derecho de decidir sobre el aborto hasta la semana 18.5
No hay duda alguna que bajo la concepción de los Estados verse obligados a cumplir con la protección, desarrollo y fortalecimiento de estos derechos, la mayoría del tiempo las vulneraciones destacan mucho más. El mayor obstáculo ante el cumplimiento de estos derechos son los valores sociales en materia de la sexualidad femenina y la educación sobre ella, estableciendo un estigma o taboo, los cuales se han desarrollado bajo una concepción patriarcal y conservadora.
¿Solo las mujeres serían las encargadas de una Política Exterior feminista?
Por mucho tiempo se ha cuestionado el lugar del hombre dentro del movimiento feminista, a lo cual se debe de comprender que, aunque el sujeto colectivo de este movimiento sea la mujer, una igualdad es una contribución de ambos sexos para destruir las concepciones mentales que se han inculcado desde una perspectiva machista y patriarcal.
La mujer y la niña son actores principales dentro de este movimiento y dentro de la política exterior feminista, sin embargo, se debe de destacar que los objetivos, aunque buscan la emancipación de la mujer donde tradicionalmente encontramos presencia del sexo opuesto, no significa que sea un trabajo exclusivamente de las mujeres. Consideramos el cumplimiento y desarrollo de esta política exterior como un trabajo en equipo, donde el papel principal no pertenece al hombre, aun así, los trabajos de este junto a la mujer deben de ser bajo un mismo fin y complementarios.
Un ejemplo de ello es que, es la Red de Hombres Parlamentarios de Suecia, una agrupación multipartidista que anima a los hombres de cualquier sector de la sociedad, a participar en un debate regional y en cooperación con otras organizaciones, sobre sus valores, sus prejuicios y la igualdad de todos los seres humanos.6
Partiendo de la implementación y actores de esta política exterior destaca la cooperación y el diálogo con otras instituciones y organismos internacionales, tanto a nivel regional como global. Esta cooperación se lleva a cabo con la UE y países nórdicos, asociaciones estatales y regionales, organizaciones multilaterales y actores bilaterales.7 Además, el Servicio Exterior Sueco recalca la importancia del papel de las organizaciones defensoras de derechos de las mujeres, organizaciones sindicales y de la sociedad civil para promover el empoderamiento y el liderazgo.
Críticas a la Política Exterior Feminista Sueca.
Cabe destacar que una de las mayores disputas ha sido el debate de si la política no sería consideraba como “muy idealista”, un ejemplo de este pensamiento es Robert Egnel, profesor en el Georgetown Security Studies Program, quien menciona “una perspectiva feminista seria idealista, ingenua potencialmente peligrosa en las luchas de poder realpolitik entre las naciones”8. Sin embargo, ¿No ha sido la política exterior sueca mayormente idealista?
Suecia a lo largo de la historia ha centrado su política exterior en la promoción de la democracia y derechos humanos, además de cooperación internacional, todo esto a favor de “contribuir a la libertad, seguridad, democracia, prosperidad y desarrollo sostenible en el mundo”.9 Ha construido una política exterior pragmática caracterizada en su concentración en los principios, sin buscar una posición de hard power en el escenario internacional.
Aun así y como Robert Egnel menciona, el peligro existente ante una política idealista feminista no recae en la política en sí, sino más en las políticas exteriores realistas que representa un peligro no solo para el país, sino para la seguridad colectiva.
Con esto no queremos insinuar que la política sueca no contempla atribuciones realistas, pues ninguna política exterior es 100% realista o idealista y es esto lo que da paso a otra critica sobre la formulación, diseño, ejecución y regulación de una política exterior feminista: la búsqueda de una alternativa a la violencia y a la fuerza militar.
El debate sobre la participación de la mujer en torno a la toma de decisiones sobre la guerra y la paz le dio lugar al denominado “feminismo pacifista” que proponía finalizar cualquier clase de guerra y que se priorizara el dialogo y la negociación, en vez de conflictos armados entre países. Desde el punto de vista tradicional, la seguridad ha sido enlazado con la idea de violencia, control y dominancia, aspectos que encontramos desarrollados dentro de sociedades y gobierno con estructuras patriarcales. En vez de cuestionarse acercamientos que promuevan la paz, democracia y los derechos humanos como lo fomenta el feminismo pacifico, se mantiene con la forma tradicional conflictiva.
Aun cuando Suecia adopto una agenda de “Women, Peace and Security” que fortalece la influencia de la mujer, su participación en el gobierno y en la seguridad, también sobresale en el apoyo en la protección de las mujeres y niñas en las regiones en conflicto y naciones donde sus derechos son limitados injustamente. Encontramos la participación de Suecia en venta de armas y exportaciones de equipo militar en 2018 a regiones como Arabia Saudita, Kuwait y Qatar; países involucrados en el conflicto armado de Yemen que dejo una de las más grande crisis humanitaria del mundo, con consecuencias devastadoras en mujeres y niñas.10
Para el 2019 Suecia fue calificado por la Organización por la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCED) que la contribución a mantener la paz internacional era muy poca y tenían alta tasa de exportar armas a países con records de poca protección a derechos humanos y regímenes no democráticos.
Como tercera y última critica abordamos que la política exterior con bases en la igualdad, adopta no solo a las mujeres y niñas suecas, sino también a grupos vulnerables como son los migrantes. Sin embargo, a causa de las oleadas que provocaron una crisis migratoria en Suecia y países vecinos en el 2015, fortalecieron su legislación en materia migratoria, para así evitar que este fenómeno se repitiera, siendo limitadas las oportunidades de conseguir refugio en Suecia. Otras medidas adoptadas fueron sustituir los permisos de residencia permanentes por temporales y restringir la reagrupación familiar y las ayudas económicas.
La consolidación del trabajo al desarrollo de los derechos humanos de las mujeres y niñas migrantes y refugiadas, como lo establece la política exterior sueca y el endurecimiento de las políticas migratorias que limitan el pleno disfrute de los derechos humanos de estos grupos vulnerables, establecen una contradicción que no solo limita garantizar a las refugiadas y migrantes disfrutar de sus derechos humanos, sino las deja en posiciones vulnerables.
No se intenta desmeritar la creación de la primera Política Exterior feminista, sino más bien de buscar factores donde la corriente feminista contribuya a fortalecer la política sueca para que se acomode estas medidas abarcando la realidad de las mujeres y niñas. Además, que posicione a Suecia en el escenario internacional, como una inspiración en torno a la política exterior y a la lucha por la equidad de género como un fin en sí mismo que contribuye al desarrollo pleno de las sociedades.
América Latina y el Caribe: ¿Podría establecerse una Política Exterior Feminista?
Suecia ha sido la primera nación del mundo que desarrolla una política exterior de naturaleza feminista, sin embargo, desde el diseño hemos visto otros países abrirse a incorporar sus estrategias en pro de la igualdad de género, ejemplo de ello fue en 2017, cuando Canadá anuncio su policía feminista con la reforma de la Política de Asistencia Internacional Feminista (FIAP) el cual posee un enfoque basado en “erradicar la pobreza y construir un mundo más pacífico, inclusivo y próspero”11. Aun así, esta política se ha centrado más que todo en la asistencia internacional que el gobierno canadiense brinda.
También encontramos a Francia, enfocando su estrategia internacional para la igualdad en cooperación, diplomacia económica, de influencia, cultura y educativa. Y a España centrándose en una participación inclusiva, basado en la interseccionalidad y diversidad, teniendo de eje principal la cooperación internacional.
Pero al centrarnos en América Latina y el Caribe, destaca México, siendo el primer país de esta área, que en enero del 2020 desplego estrategias de política exterior en favor de la igualdad de género. Centro sus planes en una interseccionalidad, liderazgo, equidad y protección en espacios labores y destacar la contribución de las mujeres a la política exterior.
Una de las diferencias entre este grupo de países es que a México se le considera uno de los países con mayor violencia contra la mujer y niñas, siendo esta una terrible contradicción y obstáculo al tratar de implementar una política feminista en el exterior. Para el 2018 se consideraba que “al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado violencia; 41.3% de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual y en su forma más extrema, 9 mujeres con asesinadas al día”12. Destaca también un precario sistema de justicia.
También es necesario resaltar que México es un país importante para la migración regional, siendo receptor de manera constante de grupos de migrantes irregulares, mayormente del Triángulo Norte.
Ante el endurecimientos de las políticas migratorias del ex presidente Donald Trump, muchos se vieron obligados a quedarse ante la espera de ser aceptados como refugiados en situaciones precarias, donde la mayoría vivía en lugares inadecuados ya que los centros de acopio de México no eran suficientes, los niños y niñas migrantes se veían limitados a la educación y un correcto desarrollo y ante políticas migratorias no claras, mujeres, niñas y niños corren un riesgo mayor al ser detenidos en la frontera y se separados de sus familiares, sufrir violencia física, emocional y sexual, discriminación o ser expuestos al crimen organizado o al tráfico de personas, al ser México un país de origen, tránsito destino de la trata de personas en cuestiones de explotación sexual y trabajo forzado, según el ONUDD.13
El plan presentado por el gobierno mexicano carece de políticas migratorias en torno a la protección de los derechos humanos de las mujeres y niñas, ignorando por completo los peligros que viven estos grupos, que suponen la trata de personas que contribuyen a los altos niveles de explotación sexual y laboral que desfavorecen mayormente a mujeres y niñas.
El lanzamiento de la política exterior feminista en un país de la región de América Latina y el Caribe, rompe con el paradigma de desarrollo y busca promover y enfatizar la importancia la igualdad de género como mecanismo de ayuda al desarrollo las sociedades. Aun cuando México tiene un amplio camino en torno a la protección de derechos humanos, los SDSR y problemáticas regionales, es de esperar un futuro trabajo constante, trabajo que podría o no influenciar a otros países de la región.
América Latina y el Caribe es una región que posee una amplia reputación en torno a violencia y destaca los niveles alarmantes en torno a la violencia de género, con tasas altas de feminicidios y siendo Centroamérica la subregión con niveles más altos. La CEPAL presento para el 2019 la siguiente gráfica:
Grafico 1. Observatorio de Igualdad de Género en América Latina y el Caribe. Cuantificación anual (2019) de homicidios de mujeres asesinadas por razones de género.
La región afronta no solo migración irregular, sino también producción de cocaína y zona de tránsito de diversas modalidades del tráfico ilícito, desde drogas, armas y personas, incluyendo mujeres y niñas. Además de ello muchos países poseen gobiernos corruptos y conflictos políticos que son un peligro para la democracia. Factores que de igual forma limitan e impiden un desarrollo de la igualdad de género, al crear sociedades inseguras y desconfianza en los gobiernos.
Los actuales retos de América Latina y el Caribe en materia de igualdad de género son múltiples y complejos, pero con esto no intentamos con ello contribuir a una imagen de América Latina y el Caribe como naciones con nulo avance en el ámbito de la igualdad, porque aun cuando ha sido una de las regiones caracterizadas por mayores niveles de desigualdad, se han desarrollado avances importantes en el diseño de políticas de igualdad que benefician a la mujeres en los diferentes ámbitos sociales, económicos y políticos de la sociedad.
Uno
de los avances más importantes en cuento a autonomía física y toma
de decisiones han sido la creación de leyes para prevenir, sancionar
y erradicar la violencia contra la mujer, además de ampliar sus
posibilidades de participación en la sociedad. A continuación
presentamos un mapa sobre las leyes a favor de la protección de las
mujeres creadas en la región:
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG).
Encontramos mayor apertura y oportunidades en la sociedad para la mujer. Sin embargo, muchas veces estas mayores participaciones se presentan con inferioridad de condiciones o incluso participan en trabajos, ocupaciones o profesiones consideradas femeninas, con menor valoración social y monetaria que las masculinas. No podemos dejar de lago su rol como trabajadoras domésticas, resultando esto en dobles jornada de trabajo.
Los avances persisten, aun así, parece que las discriminaciones y continuos actos de violencia física o psicológicas son mayores. Con ello deseamos destacar tres ámbitos donde la región debe enfatizar su trabajo para así desarrollar un ambiente solido a favor de una política exterior feminista: el sistema educativo, implementación efectiva de las leyes y normas y aprobadas y creación de políticas exteriores fuertes.
Las políticas educativas de América Latina y el Caribe se han conformado con las maneras tradicionales de enseñar, es decir, con la memorización de información, más que en el desarrollo de capacidades para procesarla. Es necesario que las instituciones, con apoyo del Estado, impulsen proyectos y programas donde se mejore la calidad, equidad y participación de los alumnos en las aulas y en actividad extracurriculares de su interés.
Sin embargo, apoyándonos en el objetivo 6 de la Política Exterior sueca, consideramos que la implementación de la educación sexual es esencial para el desarrollo del alumnado, siendo la salud productiva una parte integral de la vida de la persona humana.
A favor de esto encontramos a la UNESCO que ha mencionado que las estrategias nacionales a favor de la educación sexual de amplio espectro “ayudan a mejorar la salud sexual y reproductiva, lo que a su vez resulta en una reducción de las infecciones de transmisión sexual (STI), el VIH y los embarazos no deseados. No sólo propicia la igualdad de género y las normas sociales equitativas, sino que además influye positivamente sobre la conducta sexual, al hacerla más segura, ya que aplaza el inicio de las relaciones sexuales y aumenta el uso del preservativo”.14
Hay múltiples disposiciones vigentes en la región sobre la educación sexual en instituciones de educación primaria y secundaria, sin embargo, el mayor obstáculo por obviedad es el taboo de los países que son mayormente conservadores, donde la visión religiosa defiende más que todo una desinformación o desconocimiento de una sexualidad integral.
Cabe destacar que si hay países de América Latina y el Caribe donde se implementa la educación sexual, ejemplos de ello son Cuba, Chile, Brasil, Argentina y Venezuela. Sin embargo, muchos de estos países poseen una educación sexual “voluntaria” sin un plan nacional establecido, para no entrar en controversia. Además de que en algunas instituciones la norma no es seguida y no se informa a los alumnos.
Como segundo ámbito a desarrollar es una implementación efectiva de las leyes y normas y aprobadas. Según el repositorio de leyes de violencia del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe posee un conjunto de más de 300 cuerpos normativos, clasificados por país, de 38 países de América Latina y el Caribe.
Aun así, encontramos grandes cantidades de casos, muchos que no son denunciados a las autoridades por falta de confianza al sistema de justicia, porque se encuentran amenazadas o porque ya lo han hecho y el resultado es inexistente. Cristina Rosero, asesora legal del Centro de Derechos Reproductivos (CDR) menciona que en la región existe una gran brecha de información gigantes, además “Si cruzas los datos del sector salud con los del sector justicia dentro de los países, ni siquiera se corresponden. Es decir, ni siquiera dentro de los mismos países tenemos coherencia".
No solo nos encontramos con un trabajo deficiente de las instituciones públicas ante la falta de recursos estadísticos, sino también en crear un ambiente de confianza para las víctimas de cualquier clase de violencia, tomando el problema con la gravedad debida, sin normalizar actos de limitan los derechos de las personas, sino también con leyes creadas las cuales muy pocas veces se llevan a cabo.
Sin embargo, no solo encontramos la percepción negativa del sistema de justicia, sino también al desconocimiento del sistema de justicia, lo cual lleva a asumir que el delito no será juzgado, también cuenta del desconocimiento sobre sus derechos o incluso sobre el tiempo de prescripción del delito.
La creación de la ley es una apertura a la justicia y a la igualdad de género, pero si su implementación no es efectiva, se evita el garantizar el pleno acceso de las mujeres y niñas a la justicia, el progreso se estanca y en vez de crear una oportunidad, se vuelve un obstáculo al desarrollo.
Como tercer y último punto, consideramos que la planificación y desarrollo de una política exterior feminista puede variar al depender mucho de una política programática de los Estados, además de evitar plantear esta política exterior como un proyecto político que se venda en una campaña partidaria, sino más bien se trabaje como una política de Estado para que sus resultados sean más concretos.
Consideramos que muchas políticas exteriores dentro de la región han sido centradas en una condición de dependencia, fruto de la ayuda y cooperación que se les otorgaba en siglo pasado, cuando los países enfrentaron conflictos internos como influencia de la guerra de poder que se vivía en el plano internacional.
La diplomacia debe de funcionar como un medio que ayude a buscar una independencia relativa por medio de expansión y fortalecimiento de conexiones y relaciones con países más allá de la hegemonía estadounidense y construirlas no para exclusivamente responder ante amenazas dentro del escenario internacional, sino para trabajar por sus fines estatales.
Retomando el uso de la diplomacia para el desarrollo de las naciones, cabe reconocer que los cambios y las transformaciones en las instituciones gubernamentales y en la sociedad que hemos previsto en el trabajo no solo conllevan un proceso complejo, sino también con altos niveles de inversión. Para ello es imprescindible cuestionar el sistema económico que destaca en la región y realizar cambios dirigidos a generar las condiciones necesarias para la igualdad.
El mundo que se nos presenta en la actualidad está más interconectado que nunca, a lo cual los beneficios económicos y financieros deben de saber ser aprovechados y repartidos de manera equitativa para las necesidades y fines del Estado. Aun así, al ser países en desarrollo se necesita de mayores socios comerciales, cooperación y alianzas.
Es necesario fortalecer el multilateralismo y la cooperación no solo regional, sino también internacional para resolver las desigualdades comerciales, financieras y de recursos. A lo cual proponemos una mayor apertura bilateral y multilateral con países a favor de políticas de igualdad de género.
Conclusión.
La política exterior feminista de Suecia posee bases y antecedentes históricos que han construido al país en términos de igualdad, basándose en la atención a demandas de la sociedad. Es además evidente que la política externa está fuertemente ligada a la política doméstica. Aun cuando al país le hace falta trabajar en términos de seguridad y justicia como se ha explicado con el fenómeno “paradoja nórdica”, consideramos este un avance en política exterior y también en desarrollo.
Asumir una política exterior feminista supone dar prioridad a la igualdad de género y a los derechos de las mujeres y niñas, desde una óptica interseccional, que pretende difundir y promover la defensa de los derechos de la mujer y niñas, conociendo las múltiples desigualadas. Además de ello también supone considerar una perspectiva a la paz y la seguridad de las naciones, propuestas que integren la voz, ideas y acciones de las mujeres en asuntos claves de las relaciones internacionales.
Como se mencionó con anterioridad, este un trabajo colaborativo de la sociedad y el gobierno, donde el hombre participa de forma complementaria y no como actor principal, para entablar conversaciones, discusiones y soluciones en vez de construir muros.
Sin embargo, América Latina y el Caribe posee países que se han construido un camino en torno a políticas y acciones de igualdad de género en el ámbito nacional, según el Foro de Economía Mundial (WEF) para el 2018 Nicaragua (4º lugar) y Costa Rica (13º lugar) se encontraban entre los primeros 20 países los cuales destacaban por sus trabajos para cerrar brechas de género. Le sigue Colombia (22º lugar), Trinidad y Tobago (24º lugar), México (25º lugar) y Barbados (28º lugar).
A pesar de que estos países deben de seguir enriqueciendo sus políticas, atreviendo a basarse en una igualdad, los restantes deben coordinar primeramente el trabajo interno en torno a la igualdad. Este es un trabajo conjunto del gobierno y la sociedad, quienes deben estar dispuestos a reemplazar la estructura patriarcal y machista donde se ha venido basando la cultura, la educación, la política, entre otros sectores de la sociedad.
En conclusión, debemos de tener en cuenta que y siguiendo las palabras de Clara Cabrera, embajadora en misión especial para la Igualdad de Genero de Exteriores, “Hacer política exterior feminista no es solo nombrar más embajadoras” sino más bien, atacar el problema de la igualdad de género desde lo nacional, para luego progresar a lo internacional.
Citas
1 Este dato fue obtenido de USC Center on Public Diplomacy, según su estudio de soft power del 2019.
2 Gobierno de Suecia, Manual de Política Exterior Feminista de Suecia. Obtenido de https://www.government.se/492c36/contentassets/fc115607a4ad4bca913cd8d11c2339dc/handbook---swedens-feminist-foreign-policy---spanish.pdf con acceso el 13/05/2021.
3 HIGUERA DEL PADRO, C., El papel de la mujer en la Resolución de conflictos armados: la mesa de la Habana. Obtenido de https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/51183/el%20papel.pdf con acceso el 13/05/2021
4 Inter-Parliamentary Union, Women in politics: new data shows growth but also setbacks. Recuperado de https://www.ipu.org/news/women-in-politics-2021 con acceso el 13/05/2021.
5 Secretaria General del Gobierno de Suecia, De las cuestiones relativas a la población a la salud reproductiva y sexual y los derechos conexos. Recuperado de https://www.regeringen.se/informationsmaterial/2014/01/ud13.035/ . con acceso el 15/05/2021.
6 GUIRAB, T., Women in Politics- The fight to End Violence Against Women. Recuperado de https://www.un.org/es/chronicle/article/las-mujeres-en-la-politica-la-lucha-para-poner-fin-la-violencia-contra-la-mujer con acceso el 16/05/2021.
7 ANDÚJAR, I., Análisis de la política exterior feminista de Suecia durante el periodo 2014-2018, Tesis de maestría, Universidad Autónoma de Barcelona, 2020, p.18. https://ddd.uab.cat/pub/trerecpro/2020/233091/TFM_iivorraandujar.pdf
8 STEVENS MARTINEZ, R., La Política Exterior Feminista de Suecia, El Colegio de San Luis, 2018, p.135. https://biblio.colsan.edu.mx/tesis/LRI_StevensMartinezRamonFernando.pdf
9 SALCIDO ZUGASTI, J., “Los intereses de la política exterior sueca: socialdemocracia y liberalismo”, Revista Mexicana de Política Exterior, nº. 86, Ciudad de México, p. 193 https://revistadigital.sre.gob.mx/images/stories/numeros/n86/salcido.pdf
10 Centre for Feminist Foreign Policy, How Feminist is the Swedish Feminist Foreign Policy? Obtenido de https://centreforfeministforeignpolicy.org/journal/2019/11/11/how-feminist-is-the-swedish-feminist-foreign-policy con acceso el 23/05/2021.
11 Governmente of Canada, Canada´s Feminist International Assistance Policy. Recuperado de https://www.international.gc.ca/world-monde/issues_development-enjeux_developpement/priorities-priorites/policy-politique.aspx?lang=eng con acceso el 23/05/2021.
12 ONU Mujeres México, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Recuperado de https://mexico.unwomen.org/es/noticias-y-eventos/articulos/2018/11/violencia-contra-las-mujeres#:~:text=En%20M%C3%A9xico%2C%20al%20menos%206,asesinadas%20al%20d%C3%ADa%5B3%5D con acceso el 23/05/2021.
13 Comisión Nacional de los Derechos Humanos, La trata de personas, México, D.F., 2012, p.7 https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/cartillas/8_Cartilla_Trata.pdf
14 UNESCO, Estudio mundial concluye que la educación sexual de amplio espectro es esencial para la igualdad de género y la salud reproductiva. Recuperado de https://es.unesco.org/news/estudio-mundial-concluye-que-educacion-sexual-amplio-espectro-es-esencial-igualdad-genero-y con acceso el 24/05/2021.
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(*) Kelly Martínez es estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Dr. José Matías Delgado en El Salvador
(**) Fotografía tomada de https://www.redmujeres.org/
Excelente reflexión! Es un tema que debemos tener siempre en la mesa, retomo las palabras de la conclusión - de la señora Clara Cabrera, embajadora en misión especial para la Igualdad de Genero de Exteriores,- “Hacer política exterior feminista no es solo nombrar más embajadoras, sino más bien, atacar el problema de la igualdad de género desde lo nacional, para luego progresar a lo internacional". Es es otro de los temas complejos de las relaciones internacionales, el cual debe ser reflejo desde las políticas internas hacia la política exterior, por lo que debería entonces ser un prioridad nacional, que además conlleva, sobre todo en América Latina, una de- construcción y construcción cultural a la base. Por lo que invito a todas y todos, sobre todo ustedes, futuras y futuros profesionales a trabajar desde hoy en estos cambios, para cuando sean ustedes quienes tomen las decisiones, fortalecer el avance en estos temas! Ánimos y éxitos!
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