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China y la nueva ruta de seda: ¿el camino a la hegemonía?

Por Adriana Sánchez (*)

El 14 de marzo de 2013, con la toma de posesión del presidente chino Xi Jinping, China lanzó formalmente el anteproyecto Belt and Road Initiative (BRI), mejor conocida como la Franja Ruta o la Nueva Ruta de la Seda debido a sus ambiciosos planes por retomar la ruta comercial milenaria que sostuvo el gigante asiático durante la dinastía Han.

Dicho proyecto consiste actualmente en la inversión y cooperación para la mejora en la infraestructura tanto terrestre como marítima financiando puertos, rutas ferroviarias, construcción de carreteras y adquisición de bienes inmuebles en países estratégicos, divididos en seis corredores específicos:

  1. New Eurasia Land Bridge: conectando China, Mongolia, Kazajstán, Rusia, Uzbekistán.

2. China-Mongolia-Rusia: conectando los 3 países, en una ruta más o menos paralela a la 1.

3. China-Central Asia-West Asia: conectando China, Irán, Kirguizistán, Afganistán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, Georgia, Turquía y Azerbaiyán.

4. China-Indochina Península: conectando China con Vietnam, Tailandia, Laos, Camboya y Malasia.

5. China-Pakistán.

6. Bangladesh-China-India-Myanmar1.

Ciertamente, la estrategia sigue un patrón en que Beijing facilita préstamos para la financiación de los proyectos en estos países a cambio de que la contratación de las constructoras se dé con empresas chinas, los que para muchos representa “la diplomacia de la trampa de la deuda” generando desconfianza en algunos países socios, e incluso provocando el retiro de otros.

Sin embargo, China ha demostrado que no sería una potencia emergente que es, si no estuviera abierta a tomar cambios de dirección, como lo fueron las reformas del 78.

Con la intención de alcanzar sus objetivos, China rápidamente cambia el concepto con el que había proyectado el BRI, durante la cumbre de Beijing realizada el 26 de marzo de 2019, el presidente Xi aseguró que el proyecto garantiza los beneficios para ambas partes, además se incorporarían planes ecológicos que no comprometieran los ecosistemas ni al estilo de vida de los locales.

Si bien estas palabras carecen de fiabilidad debido las fricciones entre los locales y las comunidades chinas que se establecen en los territorios comerciales, además la vulneración de los Derechos Humanos hacia algunas minorías y la poca probabilidad del equilibrio entre la producción industrial y lo ecológico, China logró su fin: retomar la confianza de aquellos países que apuestan por el BRI, o cuando menos, evitar que más partes deserten el proyecto.

Pero Estados Unidos y otros países occidentales se mantienen escépticos sobre las intenciones de China, el discurso del expresidente Trump, era frecuentemente una advertencia para los países que establecían lazos bilaterales con el país asiático.

Las declaraciones de Trump se tornaron aún más fuertes con la propagación del SARS-CoV-2, acusando a China de no tomar las medidas necesarias para evitar que su expansión e incluso de fabricado intencionalmente.

El actual presidente de Estados Unidos Joe Biden, en cambio, parece buscar un camino diferente al de su predecesor, sin embargo, su política exterior con China hasta el momento se mantiene similar a la de su predecesor, por lo que existen señales que la dinámica encontrará continuidad sin un uso de la fuerza tan marcado como en la era Trump.

Trampa de Tucídides ¿El recelo de EE.UU. hacia China es señal de declive?

De esta forma, el crecimiento de la República Popular China me hace recordar de manera inmediata la célebre frase de Napoleón Bonaparte Cuando China despierte el mundo temblará” y es que China ya ha puesto a temblar a muchos de sus vecinos e incluso a Estados Unidos.

Es cierto que E.E.U.U posee una ventaja indiscutible si de experiencia y bases militares hablamos, sin embargo su poder militar como tal se ha debilitado y Estados Unidos es consciente de esto, en el año 2018 la Agencia Central de Inteligencia (CIA) lanzó un informe en el cual advirtió la pérdida de influencia de E.E.U.U en algunos campos, entre ellos la seguridad y poderío militar.


Estados Unidos continúa siendo la potencia militar número uno, manteniéndose como el país con más fondos dirigidos a este sector, sin embargo, a inicios del 2021, China registró un incremento del 6.8% en gastos de defensa, mejorando su postura en los rankings, ocupando el tercer puesto, superado por Rusia con un porcentaje relativamente bajo. 2

 .

Así, en un intento por retomar su influencia en el mercado Indo-Pacifico, Biden junto con los líderes de Japón, Yushihide Suga, India, Narendra Modi y Australia, Scott Morrison mantuvieron el 12 de marzo de 2021 un foro en el que discutían estrategias para hacer frente a China. Cabe recalcar que China ha tenido roces diplomáticos con los 4 países y que, de hecho, con Japón e India se encuentra en disputas territoriales.

Desde que el dominio Chino se hizo evidente, a menudo se menciona la trampa de Tucídides, teoría basada en la guerra entre Esparta, la potencia hegemónica del momento y Atenas, la potencia emergente, este patrón de disputa se ha presentado a lo largo de la historia, conforme el orden mundial ha ido cambiando.

El Politólogo Graham Allison en su libro Destined for War. Can America and China Escape Thucydides's Trap? Utiliza el término síndrome de potencia reinante que lo explica como la potencia establecida exhibe una crecida sensación de miedo e inseguridad a medida que enfrenta indicios de declive.2

Para Graham la influencia de China en territorios tradicionalmente leales a E.E.U.U es inevitable y solo encuentra tres salidas: aceptarlo, debilitar y socavar el poder chino o establecer tratados que garanticen la armonía y la coexistencia de ambas.

La guerra comercial entre E.E.U.U y China:

Pasaron décadas desde que la supremacía mundial yacía en manos estadounidenses sin un oponente sólido que le amenazara tras la disolución de la Unión Soviética en 1991. Sin embargo, la lucha contra el terrorismo, la participación e influencia de las potencias emergentes en la agenda internacional, sumada la crisis financiera de 2008, ha puesto en evidencia el declive de EE. UU. y la crisis del sistema unipolar.

En efecto, la guerra comercial con China surge como producto de la crisis de la industria estadounidense en donde la manufactura y otros servicios se han pasado a China, que por su gran cantidad de oferta de capital humano ha podido diversificarse en múltiples rubros, recibiendo inversión y capital procedente de Estados Unidos, pero no viceversa.

Esto fue un motivo para que en el año 2018, Donald Trump se inclinara por las medidas proteccionistas y diera inicio a la guerra comercial o de aranceles entre China y Estados Unidos.

Por ello, si pudiera definir los resultados de esta guerra en una sola palabra, sería incertidumbre. Más allá del impacto que tuvo en la economía, en el sistema internacional se percibía inseguridad e incertidumbre, los ataques directos con las compañías eran frecuentes y quienes debían pagar los costos elevados eran los consumidores.

Hemos visto que el descenso de EE. UU. se traduce en años de política exterior poco sustentable, agudizándose con la administración Trump (2016-2021) quien utilizaría la crisis multilateral como campaña electoral y lineamientos políticos, haciéndose evidente el descontento interiorizado por los ciudadanos, culpando a los socios comerciales y practicando el aislacionismo, recurriendo a sanciones comerciales, propiciando la guerra comercial que entre EEUU y China.

EEUU continua siendo un referente mundial para distintos sectores y su influencia sigue vigente en casi todas las regiones; es muy temprano para hablar de un mundo bipolar, sin embargo el BRI, junto con otros proyectos son parte de las estrategias que han facilitado el avance del gigante asiático colocándolo en una posición bastante privilegiada, mejorando considerablemente sus avances tecnológicos y su percepción en el sistema internacional.

A largo plazo nada está escrito. Ninguna de las dos potencias está exenta de ser superada por la otra, Estados Unidos deberá hacer un refuerzo enorme para competir con el rápido crecimiento de China, a la vez recuperar a sus socios comerciales, sin mencionar el reto interno por solventar los estragos del Covid19, por su parte, China aún tiene un largo camino por recorrer para figurar como la nueva potencia hegemónica.

Citas

1 Extraído del informe de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Ho Chi Minh City. Carlos Martínez Illán. Editado por ICEX España Exportación e Inversiones, E.P.E., M.P

Www.GlobalFirepower.Com. Comparison of China and United States Military Strengths (2021). https://www.globalfirepower.com/countries-comparison-detail.php?country1=china&country2=united-states-of-america

3 Emili J. Blasco, La guerra aguarda a EE.UU. y China, ¿la esquivarán? https://www.unav.edu/en/web/global-affairs/detalle/-/blogs/la-guerra-aguarda-a-ee-uu-y-china-la-esquivaran- 


FUENTES CONSULTADAS:

  1. BBC News Mundo. (2019, 28 agosto). Cómo el poderío de China hace peligrar el dominio militar de EE.UU. en el Pacífico. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-49473519

  2. Blanco, E. J. (s. f.). Global Affairs STRATEGIC STUDIES - Universidad de Navarra. Global Affairs STRATEGICS STUDIES. https://www.unav.edu/en/web/global-affairs/detalle/-/blogs/la-guerra-aguarda-a-ee-uu-y-china-la-esquivaran-

  3. Martínez Illán, Carlos. (2019) Informe de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Ho Chi Minh City Editado por ICEX España Exportación e Inversiones, E.P.E., M.P

  1. Deutsche Welle. (2019). La Nueva Ruta de la Seda china: ¿nuevo orden mundial? | DW | 08.05.2019. DW.COM https://www.dw.com/es/la-nueva-ruta-de-la-seda-china-nuevo-orden-mundial/av-48637740

  2. García, G. J. (2020). Causas, evolución y perspectivas de la guerra comercial para China. Scielo. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-66552020000200091

  3. . (2020). BRI: A review of global progress in 2020. Opinion - Chinadaily.com.cn. https://www.chinadaily.com.cn/a/202102/09/WS60224ed1a31024ad0baa864b.html

(*) Soy estudiante de tercer año de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, en la Universidad Dr. José Matías Delgado, El Salvador, poseo dominio del idioma inglés y mandarín básico.

Mis áreas de interés son Derechos Humanos, resolución de conflictos interculturales y geopolítica.

NOTA DEL DIRECTOR: ESTE TRABAJO FUE REDACTADO ORIGINALMENTE EN EL MES DE MARZO

Comentarios

  1. Muy buen análisis enfocado desde nuestro más antiguo estudioso de las relaciones internacionales, Tucidides. Es de resaltar el camino de China a ser prinera potencia economica mundial, justo antes de la oandemia!!! Lo cual nos confirma lo dinamico de las Relaciones Internacionales. Gracias porceste excelente analisis.

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