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¿Qué busca China en los países de América Latina?

Por José René Barrera Escobar (*)

Dentro del transcurso del tiempo hemos podido observar cómo ciertos países han tenido un desarrollo estructurado y sólido, el cual les ha permitido obtener diferentes beneficios infraestructurales, tecnológicos y comerciales. 

Desarrollos que se han podido desempeñar ya sea por decisiones políticas implementadas o con ciertas cooperaciones Internacionales, ejecutadas por actores internacionales que han presentado interés en determinadas zonas geográficas por su desempeño laboral.

En el transcurso de los últimos años, China ha presentado un desarrollo sostenible dentro de su economía, su globalización ha logrado penetrar de forma positiva tanto en el mercado como en la vía diplomática. Ha desarrollado cooperaciones que han podido generar cierta subsanación en tiempos hostiles, fortaleciendo o creando nuevos lazos diplomáticos con países extranjeros.

Es un país con características sobresalientes, que han transgredido sus barreras. 

La presencia de China en América Latina es relevante, ya que sus aportaciones hacia el comercio americano son predominantes, convirtiéndose en un socio influyente para las economías latinoamericanas, estimulando el crecimiento de compra y venta de materia prima de origen americano, creando un mercado de gran potencial para las exportaciones de América Latina.

Desde el 11 de diciembre de 2001, la aprobación de la adhesión de la República Popular China a la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el “Protocolo de Adhesión de China”, dicho país se convierte en miembro oficial de la OMC. 

Adhesión que le ha permitido abrir sus puertas para exportaciones e importaciones, siendo así que las exportaciones latinoamericanas fueran de una alta demanda de recursos naturales, transformando los mercados de América Latina en atracción de sus precios para los compradores chinos.

Esta nueva adhesión, traería consigo misma beneficios para ambas partes. Por un lado, los productores latinoamericanos comienzan a tomar nuevo terreno, emerge una diversificación en sus exportaciones, y por el otro lado, China concluirá con un nuevo socio para la implementación de nuevas materias primas. Estos beneficios trajeron un comercio bilateral, que tuvo su origen en 2001.

Esta nueva compra y venta entre dos continentes diferentes, logró aportar un crecimiento económico para los países Latino Americanos, “pasó de USD 15.765 millones en el 2001 a USD 277.175 millones en el 2014. Esto representa un crecimiento promedio de 26% anual, una cifra considerable si se tiene en cuenta que el comercio de América Latina y el Caribe con el mundo creció a razón de 10% durante el mismo período.”

Para el año 2014, China se convirtió en el segundo socio comercial de la región (Para esta época, Estados Unidos era el primer socio comercial en la región), país que emergió y toma importancia en el mercado nacional de los países latinoamericanos.

Es de pensar en ciertos factores, como, ¿Por qué China se interesó en América Latina?, ¿fue por la manufactura barata o por la adquisición de bienes capitales o bienes de consumo que se encuentran en climas tropicales?; o ¿lograr transgredir sus barreras para expandir su presencia en un nuevo continente?

En los últimos años hemos podido observar cómo China se ha convertido en la mano derecha de ciertos países latinoamericanos, convirtiendo en un pilar para el aporte del desarrollo de países que están implementando su desarrollo, aportando a su crecimiento económico, impulsando el mercado interno, también a las micro o medianas empresas. 

Con ello crea nuevos empleos, fortaleciendo y sosteniendo el insumo de la canasta básica.

Durante el auge y desenvolvimiento de la pandemia COVID-19, logramos observar cómo un país socio comercial pasa a convertirse en un aliado, consolidando los lazos diplomáticos que existían entre ellos. 

Llevando consigo mismo múltiples cooperaciones, proporcionando herramientas para la lucha de dicha epidemia. Reflejando una diversificación de cooperación en diversos ámbitos, como en infraestructuras, donaciones de mascarillas, kits de pruebas y vacunas contra el COVID-19. 

Para el 23 de julio de 2020, se llevó a cabo una reunión, organizada por los ministros de Relaciones Exteriores, contando con la presencia del cuerpo diplomático de China y América Latina. El ministro de Relaciones Exteriores de China Wang Yi, sobresalto que es de su gratitud poder reforzar la cooperación entre China y América Latina en nuevas áreas como:

“ampliar los intercambios económicos y comerciales existentes y promover la cooperación entre ambas partes en materia de salud pública, seguridad alimentaria, mitigación de la pobreza, economía digital y energía limpia, así como fortalecer el diálogo y la comunicación con organizaciones regionales como el MERCOSUR y la Alianza del Pacifico.”

Podemos observar la importancia que China tiene en Latino América, está buscando como proporcionar las herramientas que nos hacen falta o fortalecer las herramientas que cada país tiene para “agilizar” el proceso hacia el desarrollo que tiene como objetivo cada país. Herramientas que deben de ser empleadas estratégicamente para poder ejecutar y beneficiar el máximo funcionamiento de ellas.

La cooperación internacional tiene que ser implementada de una forma astuta, enfocadas en maximizar el proceso del desarrollo, no depender de cada socio comercial o aliado que tenga el país. 

La dependencia trae consigo mismo un estancamiento que puede afectar consecutivamente el desarrollo social, económico y político de cada país, por ello es de saber cómo ejecutar cada cooperación que reciba cada país.

Ahora que China ha podido congregar nuevos aliados que anteriormente eran socios comerciales, estos países estarán pendientes de las decisiones que China tendrá en su desempeño diario o ejecución de actividades que tienen coyuntura entre los países Latino Americanos.

Es aquí, donde debemos analizar y enfatizar las decisiones y acciones que ha tomado China en materia de coyuntura en América Latina.

¿De qué manera América Latina logrará sacar el máximo esplendor de las cooperaciones aportadas por China? Y la gran pregunta que nace a raíz de esto ¿Cuál será el próximo movimiento en el juego del gigante asiático en América Latina?

(*) El autor es estudiante de la Universidad Dr. José Matías Delgado. Actualmente curso quinto ciclo de la Licenciatura en Relaciones Internacionales. Las áreas de interés se encuentran en el campo de la cooperación internacional, la negociación internacional y sistema de integración.